Jeepers Creepers 2

Jeepers Creepers 2 (Jeepers Creepers 2, 2003, USA)

Dirección: Victor Salva (el de la primera parte)

Guión: Victor Salva (el del renglón de arriba)

Género: Monstruos voladores con más hambre que el perro de un ciego

Intérpretes: Ray Wise (el que mató a Laura Palmer), Jonathan Breck, Travis Schiffner, Nicki Lynn Aycox

Sinopsis: Tras la merendola de la primera parte, el Jeepers Creepers se ha quedado con hambre y después de jalarse a un niño campesino, el bicho saca sus estrellas ninjas y le pincha las ruedas a un autobús escolar lleno de jugadores de rugby descerebrados y de animadoras que están a la par intelectualmente hablando (aunque una de ellas se convierte en vidente, así de sopetón y te adivina el pasado de lujo). Atrapados en el autobús en mitad de una carretera desierta, los chavales se pondrán un poquito nerviosos cuando vean que el monstruo volador se los va comiendo de uno en uno. ¡El que entra no sale!

Las segundas partes suelen tener más peligro que una caja bombas, porque generalmente comen del prestigio de la primera parte, repitiendo los mismos esquemas argumentales sin aportar nada nuevo al asunto, quedando la cosa de una sosez y un aburrimiento profundo. Afortunadamente "Jeepers Creepers 2" no entra dentro de este grupo, a pesar de que a nivel argumental la trama no aporta nada nuevo (la película es, más o menos, como la primera: un demonio cazando y comiéndose a la gente). No obstante, como ya ocurría en la primera parte, el peso de la película lo tienen las escenas de acción y acojone, desplegadas inteligentemente a lo largo del film a modo de pequeños escenarios con su planteamiento-nudo-desenlace, plasmadas con agilidad y suspens para que la gente no se aburra.

A nivel argumental, apenas han pasado cuatro días desde los hechos ocurridos en la primera parte, situándonos en el último día en el que el monstruo podrá seguir alimentándose antes de invernar otros 23 años, y para irse a la cama con el estómago lleno, decide asediar un autobús de deportistas, siendo este asedio el eje central del film y ocupando la mayor parte del metraje, con desigual fortuna.

Lo que más llama la atención del film es que cuenta con un presupuesto mayor, traduciéndose esto en escenas de acción más espectaculares y elaboradas, como la batalla final entre el bicho y el granjero-arponero. También se nota bastante el aumento de money porque en esta secuela el creeper se pasa media película volando, que por lo visto ya no necesita la camioneta de la primera parte. Todo esto tiene sus pros y sus contras: por un lado obtienes una película de acción más vistosa y más chula con combates mejor coreografiados, pero por otro lado, al hacerlo todo tan evidente, se pierde en horror y misterio. También resulta un poco cansino ver como el bicho se lleva a la gente volando para el cielo y hasta luego lucas, que las primeras veces queda muy guay y te asusta, pero a la larga cansa un poquito. También es cierto que a medida que avanza la película, el argumento se vuelve más alocado y caótico, con unas cuantas incongruencias y repeticiones (me quedo en el bus-me voy del bus-regreso al bus-me voy otra vez del bus...) siendo resueltas satisfactoriamente con la llegada del séptimo de caballería encarnado en el granjero-arponero, dando un final decente a una situación que ya hacía aguas por todos lados.

Otra oportunidad perdida por el director fue no darle un trasfondo mayor al monstruo, que a parte de lo feo que es y del hambre que tiene, no sabemos nada de él (y eso que ha vivido miles de años): ¿es inteligente o no es más que un animal? ¿puede hablar o solo utiliza la boca para comerse a la gente? en fin, la única novedad del bicho es que tiene un bujero más en la nariz para oler mejor a sus víctimas.

Peero, a pesar de estos pequeños defectos, la película está muy bien. No decepcionará a los seguidores de la primera parte porque es fiel a su espíritu lúdico, que prima la acción sobre el trasfondo temático.

Aquí os dejo el trailer de la película (que me encanta), cortesía de terrorfanx.