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Castle Freak

Castle Freak (Castle Freak aka Un castillo alucinante, 1995, USA)
Dirección: Stuart Gordon
Productora: Full Moon Enterprises
Guión: Stuart Gordon y Dennis Paoli, basado en un cuento de H.P. Lovecraft: "The Outsider"
Música: Richard Band
Fotografía: Mario Vulpiani
Género: monstruos capados comegatos
Intérpretes: Jeffrey Combs (el de Re-animator), Barbara Crampton (la de Re-animator), Jonathan Filler (éste no salía en Re-Animator), Jessica Dollarhide (ésta tampoco)
Sinopsis: Una familia norteamericana hereda un castillo italiano en plena Italia y allá van ellos to felices para venderlo y llevarse la pasta. La familia está compuesta por el padre, un ex-alcohólico que por su culpa su niño murió y su niña quedó ciega; la mujer, que tiene a pan y agua a su marido desde el accidente; y la hija ciega que esperemos que tenga 18 años porque todo el mundo le quiere meter mano. En fin, la primera noche que pasan en el castillo escuchan ruidos extraños y lamentos de las catacumbas. La chacha dice que en el castillo ocurren fenómenos paranormales, porque el que llora es el fantasma del hijo de la Duquesa, que por lo visto lo mató su propia madre para vengarse del marido, que la había dejado abandonada por una pelandrusca más joven. Señora, pues casi acierta, porque matarlo no lo mató, pero lo que sí hizo la duquesa fue encerrar a su hijo en una mazmorra, cortarle la picha y darle de latigazos todos los días durante 40 años hasta que la mamma murió. Como es lógico, el chaval tiene un poquito de resquemor y se va a desahogar con los miembros de la familia.

Para bien o para mal, Stuart Gordon siempre está innovando cosa mala y dando por saco con sus películas gamberras, bizarras y políticamente incorrectas, y este castillo alucinante (alucinado estaba el que le puso el título en castellano) no es una excepción ya que la peli tiene de todo menos presupuesto. Siguiendo su costumbre de adaptar los cuentos de H.P. Lovecraft con la punta del nabo, Gordon vuelve a liarla parla estremeciendo mentes y estómagos con sus bestialidades pasadas de rosca y su peculiar humor negro carbón y cabrón. Desgraciadamente, el punto débil del film es su escaso presupuesto, que no tenían ni para pipas, y eso se nota un montón tanto a nivel artístico como técnico, quedando todo un pelín chusco y cutre-lux.
No obstante, la historia que cuenta la película es potente y llena de muchísimos matices. Tomando como punto de partida el enclaustramiento forzoso del protagonista del relato "El intruso" (también conocido como "El extraño"), Stuart Gordon diseña una criatura marcada por el odio ciego y la crueldad, dando como resultado un bicho patético y salvaje, que sólo sabe expresarse a través de la violencia pero que tiene la curiosidad y las pocas luces de un niño de teta. Esta combinación de ingenuidad y bestialismo es el motor de la película, marcando al resto de personajes de manera directa. No obstante, el verdadero protagonista del film es el personaje interpretado por Jeffrey Combs, un padre de familia un poquito alcohólico y putero con un montón de defectos pero que en el fondo es buena persona y quiere lo mejor para su mujer y su hija. El tío es un hombre completamente normal que no tiene ninguna virtud y que, como todo el mundo, a veces se ve superado por las circunstancias. Barbara Crampton interpreta a la esposa y madre castrante, que no le perdona una al marido y a la niña la tiene amargaita con tanta sobreprotección. Y la hija ciega es la conveniente víctima en edad de merecer y que por motivos del guión saldrá en ropa interior (aunque es verdad que la muchacha protagoniza una de las pocas escenas tiernas del film, cuando el monstruo comprende que la tía es ciega y siente lástima por ella). Otro aspecto interesante del film son los extraños e incestuosos vínculos entre los personajes de la película, ya que todos son miembros de una familia degenerada y donde comen dos comen tres. Por desgracia, todos estos personajes y buenas ideas están a medio desarrollar debido al escaso presupuesto, quedando todo a medio cocinar y sin ser explotadas en todo su esplendor. Por otro lado, el desarrollo de la trama es predecible y un tanto aburrido, poniéndose la cosa interesante cuando el bicho decide hacer una masacre.
En cuanto al despelote, pues haberlo haylo, aunque por desgracia no se despelota mi Bárbara Crampton sino una muchacha de color con un pelazo impresionante. Las escenas de sexo son bastante crudas y desagradables, sobretodo cuando el monstruo mete el hocico.
Resumiendo: "Castle Freak" es una peli con mucha potencialidad pero que en el acto es un poco deficiente. No obstante, Stuart Gordon consigue crear una atmósfera malsana y siniestra muy lograda y desagradable. Aquí os dejo el trailer de la película, cortesía de fullmoondirect.

Horizonte Final

Horizonte Final (Event Horizon, 1997, Estados Unidos)
Dirección: Paul W. S. Anderson
Productora: Paramount Pictures
Guión: Phillip Eisner
Música: Michael Kamen
Fotografía: Adrian Biddle
Género: Ciencia-Ficción realista y terror pichológico e infernal
Intérpretes: Laurence Fishburne, Sam Neil, Kathleen Quinlan, Joely Richardson
Sinopsis: Estamos en el año 2047 y por lo visto los viajes espaciales son habituales y corrientes. También es habitual que la nave se joda en mitad del espacio, por eso existen naves de rescate para auxiliar a los pasajeros de los aparatos siniestrados. Una de estas naves, "Lewis&Clark" recibe una misión mu chunga: viajar a Neptuno en busca de una peazo nave espacial llamada "Horizonte Final" que por lo visto es capaz de atravesar dimensiones para superar la velocidad de la luz, pero que en su primer viaje desapareció sin más y si te he visto no me acuerdo. Lo que no saben los muy tontolhabas es que el aparato se ha dado una vuelta por el infierno y todavía huele a cuerno quemado.

"Horizonte Final" es una de esas películas que sin ser una obra maestra despierta notablemente el interés del espectador, y gracias a su impactante planteamiento y a su atmósfera siniestra, la peli es difícil de olvidar. Sin querer inventar la rueda e influenciada por muchas películas de ciencia-ficción y terror, Paul W. S. Anderson realizó un film correcto y sin pretensiones que consigue lo que se propone: inquietar al respetable público, que no es poco. No obstante, la película poseía un inmenso potencial gore y bestial que no fue explotado totalmente, limitándose al terror psicológico y poco más.
En 1979 Riddley Scott definió un subgénero dentro de la ciencia-ficción cuando realizó "Alien, el octavo pasajero" y este subgénero recibió el nombre colorista de "los camioneros del espacio", esto es, un grupo de trabajadores que están en el espacio sideral a cambio de una remuneración económica. En lo último que piensan estos "camioneros" es en vivir aventuras por las galaxias, y su mayor preocupación es acabar su trabajo lo antes posible y cobrar el cheque a fin de mes. Pues bien, el mayor mérito de "Horizonte Final" es que reproduce a la perfección este realismo laboral y el director consigue crear un grupo convincente de "guardacostas" que están ahí porque es su trabajo y de algo hay que vivir, pero que ganas de experimentar sensaciones nuevas y diferentes, muy poquitas. Los personajes interpretan a la perfección el tedio de realizar unas tareas monótonas pero en ningún caso quieren momentos "sorpresa" que le animen la jornada laboral.
Aquí no acaban las similitudes con "Alien, el octavo pasajero" porque el film de Paul W. S. Anderson también mezcla la ciencia-ficción con el terror de manera equilibrada y armónica sin que el cocktel resulte indigesto ni inverosímil. La intención original del director era crear un film con dos partes muy diferentes entre sí: en la primera primaría el suspense y el terror psicológico mientras que en la segunda abundaría el gore y el sadomasoquismo plan Hellraiser. Desgraciadamente, en la sala de montaje, la productora dijo que nones y las escenas brutales fueron censuradas, acortadas o puestas de manera supersónica que apenas se pueden ver. Por eso, la película se queda un poco coja y parece que le falta un clímax que nunca llega y cuando llega es poco satisfactorio. Y es una lástima, porque el planteamiento del film es muy interesante pero su desarrollo es bastante trillado y poco original ya que, vamos a ver, que te venga un cenobita con un cuchillo jamonero y te corte los huevecillos sí que impresiona, pero que la tripulación sufra alucinaciones protagonizadas por sus peores pesadillas...¿no lo hemos visto ya mil veces en el cine, en la tele, en el cómic y hasta en la sopa? Sin ir más lejos, ese mismo año se estrenó una película con una trama parecida, "Esfera", donde los protagonistas son atormentados por sus peores pesadillas. Por ello, da un poco de coraje que una película con un planteamiento tan original e interesante tenga un desarrollo tan poco original. Aunque claro, la culpa no es del director sino de los productores que son unos cabrones. A pesar de todo, la atmósfera tétrica y pavorosa del film cumple con creces la tarea de sacar la historia adelante y aunque la película está censurada, aún podemos disfrutar de alguna bestialidad, como sodomizaciones, huevos oculares reventados o arrancados, que a un tío le saquen las tripas por la boca y unas cuantas burradas más.
No obstante, como ya dije en un principio, la peli tiene una legión de fans incondicionales que la defienden a capa y espada y que argumentan que un excesivo gore podría haber estropeado la atmósfera de terror psicológico que caracteriza al film. Puede ser. O puede que no. Lo que es un hecho es que tanta tensión y tanta angustia y tanto suspense y al final nasti de plasti.
En fin, y resumiéndolo mucho, "Horizonte Final" está bien, pero podría haber estado mucho mejor. Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de EstrellaMatutina666.

gato en el cerebro, Un

Un gato en el cerebro (Un gatto nel cervello aka Nightmare Concert, 1990, Italia)
Dirección: Lucio Fulci
Guión: John Fitzsimmons, Giovanni Simonelli, Antonio Tentori y Lucio Fulci
Género: Gore Metacinematofráfico (quicir, cine dentro del cine)
Intérpretes: Lucio Fulci, David Thompson, Jeoffrey Kennedy, Malisa Longo
Sinopsis: Nuestro Lucio Fulci está rodando una de sus películas de terror y casquería fina, que trata de un caníbal que descuartiza a tías jamonas y luego se las come. Precisamente, llega la hora del almuerzo y Lucio Fulci se va a su restaurante favorito para comerse un bistec. Pero cuando se sienta a la mesa y ve la carne, se acuerda de la película que está realizando y le da asquito. A partir de aquí la olla se le irá cosa mala, porque su mente empezará a mezclar realidad y ficción. Y no es una ficción de "Alicia en el país de las maravillas", no, es la ficción de todas sus películas de terror, lo cual tiene a mi Lucio acojonadito perdido. Da la casualidad que un vecino suyo es psicólogo e hipnotizador y va a su consulta para que le cure un poquito. El problema es que el psicólogo es, además, psicópata e intentará inculpar a nuestro Fulci de sus crímenes. ¡Será cabrón!

Lucio Fulci (1927-1996): Maestro, padre y abuelo del cine de terror exploit Italiano y fuente de inspiración de un montón de directores del mundo entero (entre ellos, Quentin Tarantino, que le dedicó entera la peli Kill Bill vol. II). Su mayor virtud era la sinceridad de sus planteamientos: ir a ver una película de Lucio Fulci era una apuesta segura, porque fijo que te ibas a encontrar un buen número de crímenes brutales y de mal gusto y alguna señorita enseñando senos. Su mayor defecto era que a veces no te enterabas de qué iba la película, pero como te lo pasabas bien viéndola, se lo perdonábamos y punto. No obstante, el ataque recurrente de la crítica especializada "intelectual" gafapastoide insiste en señalar que el guión de las películas de Fulci es, en el mejor de los casos, caótico e incoherente, y en el peor, inexistente, siendo un cúmulo de escenas impactantes y de mal gusto enlazadas de mala manera. A lo largo de su carrera, Lucio Fulci, lejos de desmentir esa teoría, la confirmaba, argumentando que las exigencias de producción del cine exploitation no le permitían desarrollar esos argumentos convenientemente y debía centrarse en las escenas que, en última instancia, su público demandaba, esto es, escenas de destripamientos, descuartizamientos, tetas y culos. "Un gato en el cerebro", testamento fílmico de Lucio Fulci (el director fallecería 6 años después), parece confirmar esta teoría, sincera y oportunista a partes iguales, con una trama llena de escenas gratuitas de gore sanguinolento, despelotes generalizados y sin ningún tipo de coherencia argumental (bueno, sí, la justificación a tanto cafrerío es que son alucinaciones de Lucio Fulci, con esto y un bizcocho hasta mañana a las ocho). Con este acto arrogante y divertido, Lucio Fulci, lejos de pedir perdón por su obra cinematográfica, la reafirma, sintiéndose orgulloso de ella porque, en última instancia, cumplía a la perfección con su objetivo: estremecer al espectador.
La peli comienza siendo un ejercicio metacinematográfico donde realidad y ficción se entrelazan continuamente. En clave de sorna y humor negro, Lucio Fulci hace una reflexión sobre su cine y su impacto en el público y en la cultura popular. De esta manera, interpreta a un director asaltado por las dudas y los miedos, temeroso de que su obra sea, en el fondo, una basura sádica y grotesca. ¿Dar al público lo que quiere es una justificación para filmar tanta aberración criminal y sexual? Angustiado por la certeza de que su herencia cultural al mundo del cine sea oportunista e insignificante (como tantas veces le ha repetido la "cúpula" cultural), por primera vez en su vida está más perdido que un pingüino en un garaje y continuamente atormentado por las escenas de terror que regaló al mundo. No obstante, y como no podía ser de otra manera, al final de la película Lucio Fulci destierra todas estas dudas y reafirma su papel de narrador de historias de terror cuyo principal objetivo es entretener al respetable público.
El film es muy divertido, sobre todo porque tiene muchas bromas y muchos guiños para el espectador. Por ejemplo, hay una escena en la que un grupo de periodistas alemanes visita a Fulci para rodar un documental. A Fulci se le va la olla y se imagina rodando una escena en la que unos nazis están en medio de una orgía. Cuando recupera el sentido, se da cuenta de que le ha pegado una hostia a un cámara y a la entrevistadora ha intentado desnudarla. La mujer, lejos de indignarse, le da las gracias, confirmando la idea de que contra más nos putea Lucio Fulci con sus escenas horripilantes y desagradables, más agradecidos le estamos. Por otro lado, el director tiene el desparpajo de recrear una de las escenas clásicas de Hitchcock, la de la ducha de "Psicosis" pero siendo fiel a su inimitable estilo, es decir, sacando mucha sangre y mucha teta. Este tono de reflexión, autocrítica y poca vergüenza caracteriza la primera parte del film, pero, desgraciadamente, el argumento acaba cayendo en una monotonía un tanto aburrida protagonizada por las cada vez más numerosas escenas gore que son pura entelequia, principio y fin en sí mismas y que a pesar de que están bien hechas, son completamente gratuitas y acaban cansando (sobre todo porque se alejan del principal interés del film, ese tratamiento metacinematográfico lúcido y desmitificador de Lucio Fulci).
En fin, "Un gato en el cerebro" es una película imprescindible para todo buen seguidor de Lucio Fulci y un film muy divertido a la par que desagradable y bestia, en la línea de nuestro querido director fetiche, que con el paso de los años no perdía facultades sino que aumentaba exponencialmente su mala uva.
Aquí os dejo el trailer de la película, cortesía de ThraumaTube.

chicos del maíz II: El sacrificio final, Los

Los chicos del maíz II: El sacrificio final (eso no te lo crees ni tú, que todavía quedan 5 entregas más) (Children of the corn II: The final sacrifice, 1993, USA)
Dirección: David Price
Guión: Dicen que la peli está basada en un relato de Stephen King, pero la verdad es que no. El guionista Gilbert Adler continúa el planteamiento de la primera parte, que adaptaba libremente un cuento de Stephen King
Género: Disputas generacionales protagonizadas por niños cabrones y homicidas con un interés especial por el maíz en bruto
Intérpretes: Ryan Bollman (como el niño cabrón), Terence Knox (como el periodista lechón), Ned Romero (como el indio apache profesor de universidad), Rosalind Allen (guapísima propietaria de una casa rural), Paul Scherrer (el hijo rebelde y agilipollado del periodista lechón) y Christie Clark (una joven campesina que está loca por salir del pueblo y que también está muy buena)
Sinopsis: Varios días después del final de la primera parte, las autoridades descubren la carnicería del pueblo de Gatlin, donde los niños, entrañables ellos, han masacrado a sus mayores tan guapamente. La policía culpa del sindiós a Isaac y Malackay y como ambos están muertos, deciden llevar al resto de los niños huerfanitos al pueblo de al lado para darles un techo, comida y cariño. A cambio, los niños les darán por culo a los adultos, porque EL QUE CAMINA DETRÁS DE LA HILERA (que el tío es un pervertidor de menores más peligroso que Leticia Sabater y Xuxa juntas) está al acecho esperando a que un niño se meta en un campo de maíz para poseerle y dirigir la comunidad infantil a la masacre total. Desgraciadamente, estamos hablando de Nebraska y no puedes dar dos pasos sin encontrarte con un maizal, así que es solo cuestión de tiempo que algún niño pique. Paralelamente, desde Nueva York, un periodista y su hijo rebelde llegan al pueblo a investigar la noticia. Investigar no sé si investigan mucho, pero los muy cabrones consiguen ligar con dos tías buenísimas.

La primera parte de "Los chicos del maíz" fue un peliculón, entre otras cosas gracias a su interesante planteamiento que explotaba uno de los miedos primordiales del ser humano: que nuestros hijos acaben superándonos y sustituyéndonos (aunque en la peli, más que sustituir, lo que hacían era asesinar de la manera más cabrona posible). Y como ocurre con todas las grandes películas que tienen una recaudación de taquilla potente, los productores, en lugar de buscar nuevas historias, tiran por el camino fácil y alargan el planteamiento inicial como un chicle, aprovechando el éxito precedente y repitiendo la fórmula una y otra vez con escasas variantes. Y eso es lo que tenemos en "Los chicos del maíz II: el sacrificio final", un "jet-stender" de lo mejor de la primera parte, sin un ápice de originalidad ni calidad. ¿Y para qué se iban a molestar en hacer algo nuevo? si en el fondo los espectadores somos gilipollas y nos tragamos cualquier cosa ¿verdad? Un mojón. No obstante, y en honor a la verdad, esta peli cuenta con un humor negro (no sé si intencionado o no) que la salva de la quema y de la condenación eterna. Pero primero, repasemos lo malo de la película, que no es poco.
Lo primero que daña a la vista es la atmósfera de telefilm barato que tiene la peli. Tanto la calidad de imagen como la puesta en escena denotan que la película anda escasa de presupuesto, con lo cual tienen que apretarse el cinturón muy mucho para que el productor no les corte los huevecillos. Esto se traduce en unos efectos especiales cutres y casi inexistentes, unas localizaciones sosas y repetitivas y, sobretodo, en un guionista más malo que pegarle a un padre, porque la historia no puede ser más trillada y predecible. Reconozco que el chico se esfuerza y pretende mezclar multitud de conceptos e ideas en el argumento, pero lo único que consigue es marear la perdiz (y al espectador) con chorradas sin sentido. Por un lado, tenemos la típica y tópica lucha generacional entre el padre periodista y el hijo rebelde que no se la cree ni la madre que los parió y que se traduce en un montón de gilipolleces melodramáticas, todo ideado para que el espectador crea que el niño se va a pasar al lado de las fuerzas del mal, pero eso es absurdo, porque el chaval acaba de sacarse una novia potente y tiran más dos ojos azules que toda la verborrea del que camina detrás de la hilera. Por otro lado, tenemos a ese indio apache profesor de universidad que al principio dice que no sabe nada y después no para de dar explicaciones sobre la matanza de los niños: primero dice que la culpa la tiene una piedra en el monte que tiene unos dibujos de unos niños indios matando a sus padres por vagos; después dice que la culpa es de un montón de maíz en mal estado que si lo hueles te vuelves loco perdido (y ya que estamos, el guionista se saca de la manga un complot conspiratorio de las autoridades locales); después dice que todo es una venganza de la madre tierra, que ya está harta de que la jodan viva con pesticidas. Al final, nada está claro, y nosotros, ante la duda, preferimos la explicación de la primera parte: que la culpa la tiene el demonio, que es un cabrón, y santas pascuas.
Pero, como dije en un principio, si la peli merece verse es por su sentido del humor y porque, en ocasiones, da la sensación de que no se toma demasiado en serio a sí misma. Lo más divertido de la película es el sadismo de los niños y las diferentes e imaginativas maneras de asesinar a los adultos: a una anciana le tiran una casa encima (no es broma); a otro le joden la cabeza con un muñeco de vudú; para cargarse a una anciana que va en una silla de ruedas electrónica, cogen un mando teledirigido y la lanzan contra un camión y la pobre mujer sale rebotada y choca contra una sala donde se juega el bingo. En fin, una violencia propia de los dibujos animados, que causa más risa que susto. El maizal también tiene ganas de broma, porque a veces se pone a cantar "te hemos visto, vamos a por tí. Te hemos visto vamos a por ti" con un ritmo y una marcha que no se puede aguantar. Y después tenemos ese esperpéntico final, con máquinas segadoras a todo tren, niños con arcos y flechas como los indios, el periodista lechón atravesando a niños con lanzas y el mismo bulto bajo tierra de la primera parte avanzando sin ton ni son, que no sé si es el demonio o un topo gigante.
En el apartado hormonal, tenemos a las dos protagonistas del film, Rosalind Allen (dueña del hostal donde se hospedan el periodista, el hijo y el cabecilla de los niños infernales) que con ese peinado a lo casco, esas blusas una talla más pequeña y esas minifaldas no dejan indiferente a nadie; y también tenemos a Christie Clark, una muchacha que quiere irse del pueblo sea como sea y una posible vía de escape es ligarse al pánfilo del hijo del periodista, que por lo visto no ha catado a una tía en su vida. Para conseguirlo, la muchacha se pone unos escotazos montada en una moto vespa y además se baña en los manantiales cercanos de forma voluptuosa. No obstante, el plan le sale rana porque cuando por fin se va a acostar con el muchacho, encuentran una mano cortada enterrada en el maizal y les corta el rollo.
Resumiendo: "Los Chicos del maíz II" es una película muy cutre y muy inferior a la original, pero se deja ver porque en ocasiones te partes la caja de risa con lo mal hecha que está. En ningún momento asusta pero la carcajada está asegurada.
Aquí os dejo un divertido video hecho por boxeo11 que resume a la perfección la película.

novia de Re-Animator, La

La novia de Re-Animator (Bride of Re-Animator, 1990, USA)
Dirección: Brian Yuzna
Guión: Brian Yuzna, Woody Keith y Rick Fry adaptando una serie de historias de H.P.Lovecraft a su manera (retorcida y demente)
Género: Científicos locos, monstruas con su corazoncito, zombis hiperactivos, cabezas volantes y engendros con brazos y pies en los sitios más insospechados
Intérpretes: Jeffrey Combs (que sigue igual de majareta), Bruce Abbot (que sigue igual de agilipollado), Dave Gale (que sigue tan cabrón como siempre, pero como esta vez no tiene manos, no le puede tocar las tetas a nadie), Claude Earl Jones (este es nuevo, un teniente de policía cabrón), Fabiana Udenio (una muchacha italiana del Perú) (¡¿?!) y Kathleen Kinmont (una muchacha enfermita que no sabe lo que van a hacer con su cabeza)
Sinopsis: Tras cargarse a media universidad de Miskatonic con su líquido verde fosforito, los doctores Herbert West y Dan Cain deciden irse al Perú a pegar tiros con la guerrilla. Allí descubren por casualidad un lagarto que por lo visto tiene en su interior el elemento que les faltaba para poder reanimar a la gente sin que se vuelvan locas perdidas. Con el bicho debajo del brazo, deciden volver a Estados Unidos para continuar con sus experimentos. Pero en esta ocasión Herbert West no se limitará a reanimar carne muerta...¡Esta vez jugará a ser dios y creará vida nueva! ¡ja, ja, ja, ja! (el tío está como una cabra)

Antes que nada, un llamamiento a los señores y señoras del interné que en sus páginas especializadas de cine se dedican a copiar y pegar las sinopsis de las películas sin verlas antes: vamos a ver, que aunque hayan pasado cinco años entre la realización de la primera y la segunda parte, a nivel argumental sólo han transcurrido 8 meses entre película y película, así que por favor, corríjanme el dato que queda mu chusco. Y ahora sí, a continuación viene el comentario de la película per se.
Tras el éxito sin parangón de "Re-animator", era de cajón que tenían que hacer una segunda parte, no sólo para sacarse sus dinerus extras, sino también porque el tema del líquido verde fosforito todavía daba mucho juego. Y en efecto, Brian Yuzna (productor de la primera parte y otro gamberro sin sensibilidad por las buenas costumbres) siguió tirando de la manta del género de los mad doctors para hacer otro homenaje al monstruo más famoso e incomprendido del cine de terror: no, no me refiero a Alien, me refiero al monstruo de Frankenstein, y en esta ocasión, a la novia del mismo, quicir, a la muchacha con los pelos de punta que salió en la peli "La novia de Frankenstein" (James Whale, 1935), donde el buen doctor intentaba hacerle una parienta al monstruo pero ella dice que nones, que prefiere a un tío bueno y con estudios antes que a un monstruo hecho con partes humanas.
Pues bien, Brian Yuzna, como buen productor, sabía perfectamente cuales eran los puntos fuertes de la primera parte y en esta ocasión no duda en repetir el esquema del éxito a pies juntillas, esto es salvajismo, gamberrismo, cafrerío, gore chorreante y mucho humor negro. Por ello, el degustador de "Re-animator" no se sentirá decepcionado con la secuela, ya que Brian Yuzna le da lo que espera (y en cantidades industriales) aunque, quizás por ello, se echa en falta algo de originalidad en la trama, la cual no evoluciona en absoluto (ni falta que le hace, por otra parte).
¡Pero basta ya de situaciones grotescas! porque el leit motive de "La novia de Re-animator" es, ni mas ni menos, que el amor puro y casi-virginal que siente el doctor Dan Cain por su difunta novia Meg, que entre casquete y casquete, lo que más quería de ella era su corazón (literalmente). Este amor le mantendrá agilipollado durante toda la película y le hará cometer todo tipo de barbaridades. No obstante, una cosa es estar enamorao y otra resistirse a los impulsos de la carne, y aunque el Dr. Cain ama platónicamente a su difunta Meg, el tío es un picha brava y se acuesta con la muchacha italiana del Perú y hará tentativas con una enferma del hospital (por cierto, por internet corren rumores de que el actor Bruce Abbot es el hermano gemelo perdido de Jesulín de Ubrique. Seguiremos informando).
Pero no nos engañemos, por mucho que llore el Dr. Cain, el auténtico protagonista del film es el infame e histriónico Dr. Herbert West, interpretado con muy poca vergüenza por Jeffrey Combs, que lejos de pisar el freno, inyecta a su personaje más grandilocuencia, amoralidad y mala baba.
No obstante, en esta ocasión Combs también aporta a su personaje un retorcido sentido del humor, en especial con los engendros que crea el chacho tan guapamente a partir de restos humanos, como la tarantela de dedos y ojo o la mano-pierna. Y, cómo no, ahí estás sus monólogos desquiciados sobre la vida y la muerte o sus frases memorables como "¡Apartaos de mí...DESHECHOS!". Lo único que chirría en el personaje es el nimio detalle de que en la primera parte lo electrocutaron y se lo cargaron entero y ahora vuelve a aparecer sin estar chamuscado ni nada y sin dar ninguna explicación a la resurrección (y no me vale que fue con el líquido verde fosforito).
Otro elemento a destacar es la ambigüedad en la relación entre West y Dan: claramente, West manipula al agilipollado apelando a sus sentimientos para crear sus engendros abominables. No obstante, también parece haber algo más. Parece como si West necesitara a un amigo para seguir realizando sus investigaciones, no solo a nivel intelectual sino también a nivel sentimental (incluso a nivel power-gay). De ahí los celos que me coge el muchacho cada vez que Dan intima con una moza jamona.
El apartado charcutero tampoco decepciona, manteniendo el listón muy alto en cuanto a repugnancia y visceralidad se refiere. Nunca unas entrañas, unas babas y unos higadillos estuvieron tan bien reproducidos (ni dieron tanto asquito). La joya de la corona es nuestra novia cadáver, diseñada para el amor y para la lucha libre, a la que se le ve todo por dentro y por fuera y con unos pelos que ya es hora de que vaya a un todo a 100 y se compre un peine.
Lo único decepcionante en la película es su desenlace, muy precipitado y caótico, calcadito de la primera parte pero sin su garra ni su originalidad. Hay muchos muertos dando por culo en plan desmadre total pero apenas sucede nada de interés, y además, la cabeza borradora interpretada por Dave Gale está muy infravalorada y apenas se le saca todo el jugo, que uno espera ver una venganza del copón (sobretodo después de la genial introducción) y todo queda muy decepcionante: se cose dos alitas a la cabeza y santas pascuas (lo más lógico es que se hubiera cosido también dos manos para catar género). Otro aspecto negativo del film es que apenas hay despelotes ni tocamientos impuros.
Pero que estos detalles desafortunados no te confundan: "La novia de Re-animator" es una genial y divertidísima película de visionado obligatorio. Posee la esencia desenfadada, pícara y grotesca de la primera parte y además nos cuenta una bonita y desmenbrante historia de amor.
Aquí os dejo el trailer de la peli, del canal de Deathdealeus1984.

síndrome de Stendhal, El

El síndrome de Stendhal (La sindrome di Stendhal, 1996, Italia)
Dirección: Dario Argento
Guión: Dario Argento
Música: Ennio Morricone
Género: Psychokillers fanáticos del arte ecuestre y sus variantes
Intérpretes: Asia Argento, Thomas Kretschmann, Marco Leonardi, Luigi Diberti
Sinopsis: Un asesino asqueroso que mata salvajemente a mujeres está sembrando el pánico en Roma. Un pajarito le ha dicho a la policía que el homicida cabrito se ha trasladado a Florencia para seguir matando y allí va la detective Anna Mani para detenerlo. El problema es que la muchacha padece, sin saberlo ella, una enfermedad que se llama el síndrome de Stendhal (¡hostias, como el título de la película!) y que consiste en que si Anna ve una obra de arte potente empieza a sentir mareos, vómitos, tembleque, alucinaciones e incluso amnesia. Pues bien, Anna recibe una llamada anónima que le dice que el asesino estará en las galerías Uffizi, un museo lleno de obras de arte potentes (dos más dos cuatro ¿no?). Allí Anna sufrirá un ataque psicológico del copón, bajo la atenta mirada del asesino. El muy bastardo aprovechará la coyuntura para acosar a Anna y hacerle todas las perrerías del mundo.

Dario Argento es sinónimo de arte. Nadie como él sabe conjugar la arquitectura, la pintura y la escultura con la trama de sus películas de terror, aportando a través de estas obras artísticas multitud de sentimientos contradictorios y muy intensos. En la memoria quedan momentos impresionantes como el asesinato del pianista ciego en la Plaza de los Tres Templos de Munich ("Suspiria") donde la diafanidad del espacio era el elemento más amenazante, o el intento de asesinato al comienzo de "El pájaro de las plumas de cristal" con la víctima retozando entre esculturas inmensas. El arte es un elemento fundamental en las películas de Argento y al ser el muchacho italiano solo tiene que asomarse a las calles de Roma o Florencia para situar las localizaciones de sus películas. Si este elemento falla (como ocurrió en su fallida aventura americana "Trauma") la película resulta coja, sin ese halo de misterio y magnificencia que caracteriza a sus films. Pues bien, siguiendo el hilo del argumento, era inevitable que Argento diera un protagonismo fundamental a esto de la cosa artística y en "El síndrome de Stendhal" podemos ver una impresionante simbiosis entre realidad y ficción a través de las obras de arte que pueblan el film. No obstante y para que no cunda el pánico, aquellos espectadores a los que el arte les importe un pimiento que no huyan despavoridos, porque esto es una película 100% Argento, o sea que la ración de asesinatos bestiales, casquería infinita y giros imprevistos del guión también hacen acto de presencia (y de una manera impresionante, apostillo).
La película posee un guión muy original que aporta mucha frescura e interés a la trama. Podríamos dividir el film en tres partes, siendo cada parte una película independiente en sí misma pero magistralmente enlazada por el buen hacer de Argento. En la primera parte tenemos a la detective Anna amnésica perdida, víctima de las agresiones del asesino, intentando reconstruir su pasado a través de una simbiosis total con las obras de arte que la fascinan y que la atormentan. Aquí podemos ver un soberbio trabajo de los efectos especiales, que según cuenta la wikipedia, fue la primera vez que una película italiana empleó imágenes generadas por computadora. Pues bien, para ser la primera vez le quedó el tema increíble, mezclando realidad, ficción, recuerdos y flashbacks de una manera impresionante (vamos, que los cuadros cobran vida literalmente y parece que van a saltar del marco para cogerte de tus partes nobles). Este primer segmento posee una atmósfera onírica muy poética pero también muy siniestra y horrible.
En la segunda parte del film vemos como Anna ha recuperado la memoria e intenta seguir adelante con su vida, una vida hecha pedazos por las agresiones que sufrió de manos del asesino. Aquí Anna sufre la primera metamorfosis, adquiriendo aspectos masculinos y aumentando su agresividad (es impresionante la escena en la que la propia Anna intenta violar a su ex-novio, tal como ella misma fue abusada sexualmente por el asesino). Asustada por este cambio, decide regresar a su pueblo con su familia, buscando refugio en los paraísos de la infancia, pero el intento tampoco funciona. No obstante, será aquí donde Anna resolverá (aparentemente) todos sus traumas con una catarsis final y bestial que te dejará con la boca abierta. Esta segunda parte tiene momentos muy tranquilos, aparentemente intrascendentes pero que sirven para crear una atmósfera familiar de la que Anna es dolorosamente ajena, por más que intente volver a su antigua vida.
Y en la última parte del film, vemos a una Anna recuperada, sana, que ha abandonado su carácter andrógino y abraza de nuevo su femineidad. La muchacha desea vivir feliz y en paz e incluso se echará un novio guapetón y francés. No obstante, la sombra del asesino todavía acosa a Anna, impidiéndole ser completamente feliz y generando más muerte e destrucción.
Todo este argumento no hubiera sido tan genial sin la impresionante interpretación de Asia Argento, que la muchacha hace un papel de Oscar mayer. Asia sabe darle a su papel todos los matices y contradicciones que posee un rol tan difícil como el suyo, a veces frágil e indefensa, a veces fuerte y cañera, otorgando verosimilitud a un personaje tan complejo y fascinante.
Tampoco podemos olvidar el gran trabajo en el apartado musical de Ennio Morricone, con unas melodías hipnóticas y acojonantes.
Resumiendo, la película es una maravilla, digna de los mejores tiempos de Argento. Entre los muchos momentos gloriosos del film, destaca su final, muy atípico y anti-climático que resume a la perfección la trama del largometraje: la maldad y depravación de un hombre han llevado a Anna a la desesperación y a la locura, y al final, el cariño y la comprensión de otros hombres (sus compañeros de trabajo) podrán traerla de nuevo a la cordura.
Aquí os dejo el trailer yanki del film, cortesía de WickedVisionMagazin.


Razas de noche

Razas de noche (Nightbreed, 1990, USA)
Dirección: Clive Barker (el de los cenobitas)
Guión: Clive Barker basado en una novela de las suyas, "Cabal"
Género: Mutantes místicos subterráneos más feos que Petete
Intérpretes: Craig Sheffer (que se parece un montón al Ángel de Buffy Cazavampiros), Anne Bobby (que la pobre tiene cara de empanada) y David Cronenberg (¡Un momento! ¿No dijiste que el director era Clive Barker? ¡Buu! ¡fuera! ¡Sustovisión farsante!) (¡que no, leches, que en esta ocasión Cronenberg sólo actúa) (ah, bueno)
Sinopsis: Boone es un chavea que tiene pesadillas muy fuertes de cagarse vivo. Sueña con una ciudad llamada Midian llena de monstruos mutantes bastante asquerosos que le persiguen para darle matarile. Su psicólogo le dice que se deje de tonterías, que en el fondo Boone es un asesino que mata a familias al completo y que lo mejor que podría hacer es entregarse a la policía (pero en realidad el psicólogo es un cabrón, porque él es el asesino en serie y quiere encasquetarle el muerto al chaval). Entre la espada y la pared, Boone decide ir en busca de la ciudad de sus pesadillas para encontrar respuestas que le den sentido a su vida entera. Y, además de respuestas, encontrará un montón de bichos feos de cojones.

Clive Barker es uno de esos atípicos casos cinematográficos en los que el éxito y el reconocimiento de la crítica y el público le llega por una sola película, "Hellraiser", of course. Con la creación de los simpáticos cenobitas, Barker revolucionó el género del terró, inventándose un universo fascinante que mezclaba el placer, el horror, el sadomasoquismo, el barroquismo visual y sus muertos a caballo. Desgraciadamente la fortuna no le volvió a sonreir en sus otros dos films, "El señor de las ilusiones" y "Razas de noche", quedándose ambas en unas aportaciones correctas al género pero ni mucho menos a la altura de lo esperado en un director con tanto potencial y con semejantes credenciales.
"Razas de noche" es un intento meritorio pero fallido de crear un universo mitológico parecido (pero diferente) al de Hellraiser. Resumiéndolo mucho, en esta ocasión los monsters son los buenos y los humanos los malos y joputas (siguiendo la tradición de bichos clásicos como el monstruo de Frankenstein, que al pobrecico mío lo tenían como un Ecce Homo). La comunidad de monstruitos de "Razas de noche" es una metáfora de todas las razas y religiones que en algún momento de la historia han sido perseguidos por la ignorancia y el odio de los poderes establecidos. A diferencia de los espectros góticos de Hellraiser, los bichos son en realidad mutaciones genéticas que han ido apareciendo a lo largo de los siglos, y como la gente es cabrona, al final se refugiaron en un gueto subterráneo para evitar la molesta manía que tienen los humanos de exterminar todo lo que es diferente. Pero el director le da un giro de tuerca al tema, haciendo que las víctimas se opongan a su destino y se rebelen contra los humanos, defendiendo su derecho a vivir y a arrimar cebolleta. Pues bien, en el papel todo esto está de lujo, pero en la praxis Clive Barker no sabe/no puede plasmar todas estas ideas interesantes de manera atractiva y convincente.
El principal problema es que el tratamiento de la idea central del film se realiza de manera tópica, manida y bastante infantil. Escenas como la de la turba de catetos de la América profunda o cuando la novia de Boone rescata a la niña mutante de la luz del sol, se han visto ya un millón de veces antes y mejor hechas. El guión tampoco puede esconder un ñoño maniqueismo de "buenos contra malos" que a la larga resulta cansino, porque aunque algunos monstruos parezcan unos degeneraos y unos violentos, la verdad en que en el fondo son más buenos que el pan, y eso es muy loable y bonito, pero también un poquito aburrido. Pero lo más cargante es el tono pseudo-místico que envuelve el film, con las profecías milenarias y los dioses que hacen acto de presencia para bendecir al respetable público, ya que supone una contradicción al discurso "científico-genético" que da razón de ser a los monstruos. En cuanto al final, señalar que a Clive Barker se le va la mano tres pueblos, con unas escenas de muertos y tiros caóticas y confusas (y lo del predicador calvo y el cristo de los faroles fluorescentes es de juzgado de guardia) (por cierto, ya sabemos de dónde sacó Garth Ennis la idea para hacer el cómic "The preacher").
Después de este repaso a los aspectos negativos del film, ahora voy con lo que merece la pena, que no es poco. Para empezar, tenemos toda esa imaginería oscura y grotesca que a Clive Barker le sale tan bien. El director crea una atmósfera sucia y siniestra reflejada en el submundo caótico y aparentemente amoral de la ciudad de los bichos. Los monstruos son genialmente asquerosos y terroríficos y la puesta en escena de los momentos subterráneos del film es muy interesante. Por otro lado, tenemos la fascinante historia paralela del psicólogo-psicokiller protagonizada por David Cronenberg, una película dentro de la película que da mucho juego y que es divertida a la par que aterradora (genial el asesinato familiar que abre el film). El guión, aunque en ocasiones es predecible, es fresco y original, pillándote por sorpresa en varios momentos de la trama. Y los efectos especiales (sobre todo el maquillaje y la gomaespuma) son soberbios, se nota que ahí se gastaron sus dineros.
Como dato curioso, señalar que hicieron una colección de cómics de la película, continuando la historia de sus protagonistas (por ejemplo, Lori, la novia de Boone, también se convierte en una de los de razas de noche y su poder es tocar la guitarra y hacer que los esqueletos de dinosaurios se levanten del suelo) y que en España fue publicado por cómic Forum (con unas impresionantes portadas).
En fin, "Razas de noche" es una película de terror correcta, entretenida e interesante pero que podría haber dado mucho juego si Clive Barker hubiera dado el 100%. No obstante, todos los que la vimos de niños guardamos un grato recuerdo de ella.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de Capitancinema.

relic, The

The relic (The relic, 1997, USA)
Dirección: Peter Hyams
Guionistas: pues un montón: Amy Holden Jones, John Raffo, Rick Jaffa y Amanda Silver, todos ellos basándose en las novelas de Douglas Preston y Lincoln Child
Género: Monstruos belloteros más bestias que un arado a pedales
Intérpretes: Penélope Ann Miller, Tom Sizemore, Linda Hunt, James Withmore
Sinopsis: Un antropólogo se va al Brasil a hacer el perla con los indios indígenas y de paso descubre unos hongos con la capacidad de mezclar el ADN de los bichos y crear engendros originales y divertidos. Pues bien, uno de estos bichos mitad rinoceronte, mitad triceratops mitad joputa, se cuela en un barco y llega al Museo de Historia Natural de Chicago y como el viaje le ha dado hambre, empieza a comerse los hipotálamos de los conserjes. La policía quiere cerrar el museo pero el alcalde dice que nones, que esa noche hay una fascinante exposición sobre las supersticiones del mundo y no se la quiere perder. Y aunque al bicho bellotero no le ha llegado la invitación, el chacho hará acto de presencia en la fiesta y la liará parda.

Pido a los lectores de esta fastuosa entrada que dirijan la vista un poco más arriba, a la portada del film, y lean la frase que esta en la parte superior de la misma, ya que ahí radica la clave de la película (o al menos lo que intentaron conseguir). Si el lector no quiere hacer este nimio esfuerzo, me dispongo a reproducir dicha frase a continuación (generoso que es uno): "Del productor de Aliens y del creador de los efectos especiales de Parque Jurásico" (que no significa lo mismo que James Cameron y Steven Spielberg, que conste). "The relic" es una película hecha por encargo para lucimiento de los novedosos efectos especiales digitales que no tardarían en imponerse en el género del fanta-terror con desiguales resultados, algunos impresionantes y otros nefastos (como los de la segunda trilogía de Star Wars). En esta ocasión, el uso de lo digital es correcto y comedido, limitándose a los movimientos del bicho, a las explosiones y a algunas mutilaciones espectaculares. No obstante, como es natural en esta época temprana, las escenas enriquecidas por ordenador adolecen de una escasa verosimilitud y fluidez, y a veces los efectos cantan como Carusso. No obstante, a nivel general, el resultado técnico es bueno y los efectos especiales se disfrutan guapamente.
En cuanto a la trama, la película se puede dividir en dos partes muy diferentes entre sí: los momentos divertidos y los momentos tostones-aburridos. La cosa se pone interesante cuando el personal se queda encerrado en el museo, a merced de una bestia hambrienta y sarvaje. Pero hasta que llega este momento tenemos que soportar una hora de prolegómenos poco acertados. Que sí, que vale, que el objetivo del director es elevar la tensión del film paulatinamente hasta conseguir un explosivo climax de masacre y mutilación, y ya de paso crear un microcosmos de personajes reales con sus problemas y sus inquietudes para que después sintamos pena si el bicho se lo come, pero la verdad es que Peter Hyams apenas lo consigue. Para empezar, la relación entre los protagonistas (la doctora y el policía) es poco creíble, incluso infantil, intercambiando continuamente comentarios jocosos y puyas sin mucho acierto. A través de unos diálogos vertiginosos el director intenta otorgar profundidad a los personajes pero desgraciadamente éstos no escapan del tópico y a cada uno se le puede poner una etiqueta identificativa (la doctora independiente a la par que dulce e brillante, el poli duro y supersticioso, el viejo adorable y paralítico, etc). Esta técnica, muy acertada en films como el magistral western futurista "Atmósfera Cero" (Outland, 1981), en "The Relic" queda muy poco natural, ya que una trama como ésta necesita una atmósfera de verosimilitud, no personajes ingeniosos que a la mínima te están contando una gracieta.
Otro aspecto poco conseguido de la película es la sensación de claustrofóbia que en teoría debería desprender el film. O sea, tenemos a un grupo de gente encerrada en un museo con un toro de mihura mutante que se los quiere jalar, planteamiento que da muchísimo juego (y un montón de muertes salerosas) pero lo que tenemos antes, durante y después del film son escenas de gente corriendo por alcantarillas y catacumbas mal iluminadas poniendo cara de miedo y desesperación. Quizás el problema del asunto está en la esencia del bicho: no es un alien sigiloso que se escabulle por los conductos de ventilación y aparece cuando menos te lo esperas. El monstruo de Relic es como un elefante en una cacharrería, que se le escucha trotar a varios kilómetros de distancia. O sea, que es dificilico crear escenas de suspense con tal engendro anticlimático.
No obstante, la película tiene escenas muy buenas y divertidas, sobre todo cuando se respeta la esencia buldozer del monstruo. Cuando se le deja suelto, el bicho es una auténtica amenaza aterradora, más que nada porque te destroza vivo sin despeinarse. Incluso posee un rastro de maldad y de lujuria que hubiera estado guay explotarlo más (memorable la escena en la que el bicho pervertido empieza a lamer a la doctora). Otra escena clave (pero muy corta) es la masacre de los Swats cuando entran por el tejado del museo, creando una sensación de descontrol e indefensión entre las fuerzas de orden público, que a pesar de las metralletas y el karate kid se cagan vivos del miedo cuando ven al bicho. Pero la joya de la corona es, sin duda alguna, la soberbia escena de la estampida en el museo, cuando aparece el primer muerto y la gente huye histérica en plan sálvese el que pueda (y si es posible, yo el primero). Está rodada con tal brutalidad, tal salvajismo y tal realismo que impresiona más que ver al bicho cortando cabezas.
En fin, acabando que es gerundio: "The relic" es una película de monstruos correcta y divertida, pero en esencia fallida, porque dándole el tono adecuado podría haber dado mucho más de sí.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de osdatabase.

chicos del maíz 666: el retorno del Isaac, Los

Los chicos del máiz 666: el retorno de Isaac (Children of the corn 666: Isaac´s Return, 1999, USA)
Dirección: Kari Skogland
Guión: Tim Sulka y John Franklin basado por los pelos en un relato corto de Stephen King
Género: demonios del maíz desesperados por esparcir su semilla
Intérpretes: John Franklin, Natalie Ramsey, Nancy Allen, Stacy Keach
Sinopsis: Hannah es una muchacha potente y adoptada que regresa a su ciudad natal para encontrar a su verdadera madre. El único problema es que su pueblo es Caitlin, lugar donde hace 19 años los niños pasaron a cuchillo a todos los adultos porque "Aquel que camina detrás del maizal" se lo pidió por boca de Isaac, el niño más siniestro y cabrón del pueblo. Pues bien, la muchacha ni caso, sigue buscando hasta que al final se encuentra con Isaac in person, bastante viejuno pero con su habitual voz de pito, que sigue hablando en nombre del que camina detrás de maizal, que le ha pedido que por favor busque a una muchacha fértil para engendrar al futuro profeta. Lo siento, Hannah, pero se rifa un embarazo y tú tienes todos los óvulos fértiles.

Lo que más asusta de la película es el título, porque cuando uno lee "Los chicos del maíz 666" se horroriza al pensar que hay 665 películas previas a esta, y eso no hay ser humano que lo soporte. Cuando comprendemos que todo es un juego numérico-algebraico-satanista, lo segundo que más nos asusta aparece en el minuto 13,22 de la película, que es cuando aparece por primera vez Isaac, porque en ese momento nos damos cuenta de cuánto se parece el tío a nuestro Joselito, el pequeño ruiseñor, el famoso niño cantor de la España del subdesarrollo cultural de los años 60, lo cual eleva exponencialmente el horror que sentimos cada vez que vemos a Isaac aparecer por la peli, porque no sabemos si va a matar a un adulto o va a cantar "Malagueña salerosa". Entrando ya en harina cinematográfica, esta película intenta ser la secuela oficial de la primera parte, pero lamentablemente no lo consigue debido a la cantidad de contradicciones, incongruencias e interrogantes que plantea la trama. Exceptuando la presencia de Isaac y el nombre del pueblo, nada tiene que ver esta secuela con la original. Incluso el personaje de Isaac rompe con la continuidad de la historia, porque, recordemos, al final de la primera parte, Isaac moría y era poseído por el demoño y ahora aparece en la cama de un hospital en coma. Tampoco aparecen niños asesinos en esta parte, limitándose éstos a corretear entre el maizal para asustar a la gente, siendo los asesinos tíos adultos supervivientes de la primera generación de niños y sus hijos veinteañeros que conducen motos de motocross. En cuanto al guión, exceptuando alguna escena cañera (como cuando un tío se suicida con una guadaña), es bastante aburrido y atropellado, sin apenas fluidez narrativa. Son un cúmulo de situaciones presuntamente impactantes o angustiosas (persecuciones de coches, visitas a hospitales siniestros, el consabido linchamiento en el maizal) pero que en realidad son un rollo patatero sin pizca de emoción. Lo único entretenido del film es intentar descubrir quién es bueno y quién es malo, porque lo demás aburre bastante. Los actores son bastante insípidos, exceptuando a Nancy Allen (la compañera de Murphy en Robocop) y a Stacy Keach (actor que se hizo famoso interpretando a Mike Hammer), la protagonista es bastante mona, pero su papel se limita a ir dando tumbos por toda la película cual Marco buscando a su mami en la Argentina y evitar que la fecunden. En cuanto a la realización, debo reconocer que la puesta en escena y la calidad de la imagen superan el tono de telefilm barato de las películas precedentes, pero al director a veces se le va la pinza con el meneo indiscriminado de la cámara y los planos gilipollas-pretenciosos (desternillante el de los relojes). El final de la película pretende ser una gran sorpresa pero en realidad es un golpe de efecto patético que roza peligrosamente el ridículo (gente con superpoderes, explosiones, carreras de motocross, etc).
En fin, "Los chicos del Maíz 666" no desentona con el resto de secuelas de la saga, siendo una historia aburrida y cutre a la que la corrección formal no salva de la quema.
Aquí os dejo el trailer de la película, cortesía de trailer0boy.

chicos del maíz V: campos de terror, Los

Los chicos del maíz V: campos de terror (Children of the corn V: fields of terror, 1998, USA)
Dirección: Ethan Wiley
Guión: el mismo de antes, que no había presupuesto para contratar a un guionista como dios manda. El menda se basó remotamente en un relato corto de Stephen King.
Género: el demonio, niños asesinos y "adolescentes" promiscuos
Intérpretes: Alexis Arquette, Greg Vaughan, David Carradine (el de Kill Bill) y ¡Eva Mendes! (en su primera película)
Sinopsis: "El que camina detrás del maizal" tiene más moral que el Alcoyano y aquí tenemos otro de sus intentos para dominar el mundo. Esta vez se metamorfosea en un fuego de color verde fosforito y se mete dentro de un niño repelente, otorgándole poderes, como el de la levitación y echar rayos. El niño, en lugar de unirse a los X-men, forma una secta satánica, el muy joputa, lavándole el cerebro a la juventú y dándole candela a los adultos. A todo esto, un grupo de amigos van al campo a esparcir las cenizas de un colega difunto, pero tienen la mala fortuna de acabar en la comuna satánica infantil, para delectación de los niños cabrones, que sacarán las hoces a pasear.

Nueva secuela de "Los chicos del maíz" y nuevo fiasco sin un ápice de originalidad ni entretenimiento. ¿De cuántas maneras se puede contar una misma historia? porque la idea original del primer film (que los niños se vuelven malos y se cargan a los adultos) está más estirada que un chicle boomer y más quemada que la moto un hippie. La película no para de dar tumbos, zozobrando entre géneros dispersos que no hay por dónde cogerlos: empieza siendo una peli de mata-adolescentes-promiscuos, después trata el drama familiar y social de tener a un hermano en una secta y del peligro que éstas suponen para la gente, porque son muy convincentes y enseguida te lavan el cerebro (a uno de los personajes lo convencen ipso-facto para que se tire al fuego verde); y por último, cuando la película parece que se va a poner interesante, con una batalla campal entre adultos y niños, apenas hay cuatro muertos (dos bomberos y dos polis) y otra vez volvemos al mata-adolescentes-promiscuos. Las escenas gore de la película están bien, pero sólo hay 3 ó 4, y así no vamos a ningún lado.
Lo único destacable de la película es, como no, la presencia de la sensacional Eva Mendes, muy guapa ella pero que interpreta un personaje más tonto que pegarle pellizcos a los cristales. También hace un cameo nuestro añorado Kill Bill, en el papel de patriarca filosófico de la secta de los niños. Por lo demás, la película es un rollo, ideal para conciliar el sueño.
Aquí os dejo la vida, obra y milagros del niño cabrón de la película, cortesía de DueDroplets.

Leyenda urbana

Leyenda Urbana (Urban Legend, 1998, USA)
Dirección: Jaime Blanks
Guión: Silvio Horta
Género: Psychokiller y tías potentes
Intérpretes: La estupenda Rebecca Gayheart, Robert Englund, Jared Leto, Alicia Witt, Michael Rosenbaum
Sinopsis: En una universidad de Estados Unidos (¿dónde si no?), un asesino está cargándose a los estudiantes del campus imitando el folklore de las leyendas urbanas más conocidas. Eso no impedirá que las estudiantes, exuberantes ellas, luzcan palmito durante toda la película.

"Leyenda Urbana" es una película bastante mala, la verdad. Se nota que los productores intentaron crear en el laboratorio una película psychokiller teenager de manual y les salió una cosa bastante tópica, aburrida y predecible. Destaca, como no, la presencia femenina del reparto, encabezado por Rebecca Gayheart (que a ver cuando le dan el oscar) junto a otras muchachas de muy buen ver, vestidas con tops tres tallas más pequeños porque lo exige el guión. Junto a las mozas, hay unos cuantos actores populares sacados directamente de las series juveniles de la tele, como "Dawson crece" y "Smallville" (por ejemplo, Lex Luthor con pelo). Para llamar la atención de los viejos fans de "Pesadilla en Elm Street", tenemos a Robert Englund interpretando un papelito de profesor de universidad y posible sospechoso (que a la legua se ve que no lo es) y protagonizando uno de los pocos momentos potables del film, la escena de los "peta-zetas" asesinos. Por lo demás, lo típico de estos subproductos, con giros imposibles del guión recreando las leyendas urbanas más conocidas, siendo ésta la única gracia que tiene el film, pero que a la larga resulta cansino.
Por cierto, la peli tiene dos secuelas más, "Leyenda urbana 2" y "Leyenda urbana 3: Bloody Mary" que poco o nada tienen que ver con la primera parte argumentalmente hablando aunque las tres tienen en común su atmósfera castañera.
En fin, "Leyenda urbana" es una patata de película, para verla con incredulidad y poco más.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de LokyManguito.

chicos del maíz III: la cosecha urbana, Los

Los chicos del maíz III: la cosecha urbana (The children of the corn III: Urban Harvest, 1995, USA)
Dirección: James D.R. Hickox
Guión: Dode L. Levenson basado (remotamente) en un relato de Stephen King
Género: Niños cabrones y asesinos inspirados por el demoño
Intérpretes: Daniel Cerny, Jim Metzler, Nancy Graham, Ron Melendez (y por lo visto Charlize Theron sale tres segundos de extra, pero yo no la he visto)
Sinopsis: Una pareja de Chicago adopta a dos niños de la América profunda, Eli y Joshua, ambos religiosos a tope y que tienen una extraña predilección por el maíz. Mientras que Joshua se adapta muy bien en el colegio (incluso pillará cacho, y eso que parecía tonto) el hermano menor, Eli, es un cacho cabrón que quiere sembrar maíz satánico en la ciudad para desencadenar el apocalipsis adulto. Obviamente, se irá cargando a todos los imbéciles que se interpongan en su caminito.

Sé lo que estáis pensando: " esta película tiene que ser mala de cojones". Eso fue lo que yo pensé cuando vi el título, creyendo que era otra secuela infame de la genial "Los chicos del maíz". Y aunque es cierto que la película es bastante cutre y posee una atmósfera de telefilm barato, la verdad es que no es tan mala como aparenta (lo cual tampoco es un halago precisamente).
La trama gira en torno al niño cabrón, tomando la historia un cariz satánico plan "La profecía" ya que el chaval puede desencadenar todo tipo de fenómenos paranormales puteantes que generalmente matan a los que descubren que el niño no es trigo limpio. Junto al niño está el maíz maligno, que a la mínima extiende sus ramas y se carga a todo el mundo sin chistar, eso sin contar con unas cucarachas que si te las comes tienes pesadillas con la primera parte. El desarrollo del film es bastante lineal y predecible, salvo por alguna que otra muerte, que te pilla desprevenido porque no tocaba en ese momento del metraje. A nivel ideológico la película da bastantes bandazos, porque a veces parece una peli de estudiantes problemáticos, otras veces parece un drama familiar y otras parece un film de sectas satánicas, aunque lo que realmente espera ver el espectador (que los niños maten a los adultos de la manera más cabrona, a ser posible) sale con cuentagotas (y la mayoría son flashbacks). Los efectos especiales son desternillantes de lo malos que son, aunque algunos son muy eficaces (como cuando se cargan al amigo del Joshua en el maizal, que le ponen el cuello como a los batusi). Pero lo mejor de todo es la escena final 100% friki sin colorantes ni conservantes, no sólo porque el niño cabrón coge una hoz y empieza a lanzar rayos como el poderoso Thor, sino también porque de la tierra sale un bicho gigante con un movimiento plan "harryhausen" merendándose a todos los chavales (que en realidad son muñecos mal disimulados). Sólo por esta demencial escena perdonamos la sosez del resto del film.
En fin, esta tercera parte de los niños del maíz no es ninguna maravilla (al contrario, es supercutre) pero se deja ver y no aburre.
Aquí os dejo un videoclip hecho por Mornignstar6, tan guapamente.

Candyman: el dominio de la mente

Candyman: el dominio de la mente (Candyman, 1992, USA)
Dirección: Bernard Rose
Guión: Bernard Rose basado en el relato "Lo prohibido" de Clive Barker, el de los cenobitas.
Música: Phillip Glass
Género: Leyendas urbanas y gore de buen gusto
Intérpretes: Mi idolatrada Virginia Madsen y Tony Todd (como el caramelero)
Sinopsis: Helen está preparando su tesis doctoral sobre las leyendas urbanas y queda fascinada con la de Candyman, un hombre de color negro con un garfio por mano que destripa a los gilipollas que se atreven a decir su nombre cinco veces delante de un espejo. Helen visita el barrio donde se supone que vive Candyman pero al final descubre que todo es un cuento chino de una banda de maleantes que aprovechan la leyenda para robar e delinquir. Satisfecha por haber destapado el fraude, Helen recibirá la visita del auténtico Candyman, el cual está un poco mosqueado porque ya nadie cree en él...

"Candyman: el dominio de la mente" es la mejor película de terror de los años 90, con dos cojones (lo cual, reconozco, no es difícil, porque en la década de los 90 la mayoría de películas de terror fueron espantosas en el mal sentido). Bernard Rose une de manera magistral el terror gótico de fantasmas con el gore brutal y de buen gusto para ofrecernos una maravilla del susto universal. La peli tiene de todo: thriller psicológico, destripamientos brutales, escenas impactantes, horror metafísico, atmósfera onírica, una música genial, un final puñetero y divertido y, sobre todo, tiene a mi queridísima Virginia Madsen, una pedazo de actriz que sabe dotar a su personaje de múltiples facetas. Además, mi Virginia es guapísima y hay una escena que si le das al pause le puedes ver un seno. El otro gran protagonista del flim es Tony Todd en su papel de Candyman, leyenda urbana creada por Clive Barker a raíz de otras dos leyendas, la del asesino del garfio (que mata a los jóvenes cachondos) y la de Verónica (o Mary Wroth), que se te aparece in situ cuando la mentas 3 veces delante del espejo. No obstante, la película otorga a la creación de Barker su condición étnica, ya que el relato trascurre en un barrio marginal inglés y Candyman era de color neutro.
Uno de los aspectos a destacar del film es esa ambigüedad en torno a los asesinatos de Candyman ¿existe realmente este espíritu vengador justiciero o la auténtica asesina es Helen, trastornada por la leyenda? Para gustos los colores.
Aunque la peli tiene un final cerrado, los productores, que no entienden de cultura, decidieron continuar la saga con dos secuelas más, "Candyman 2:" y "Candyman 3: el dia de los muertos", cada cual peor que la anterior, desprestigiando la primera parte de mala manera (aunque en la tercera sale Donna D´errico, ex-vigilante de la playa potente).
Aquí os dejo dos escenas cañeras de la película. A disfrutar. Y cuidado que salpica.


Candyman 3: el día de los muertos


Candyman 3: el día de los muertos (Candyman 3: Day of the dead, 1999, USA)
Dirección: Turi Meyer
Guión: Al Septien y Turi Meyer
Género: Leyendas urbanas y vigilantes femeninos de la playa
Intérpretes: Tony Todd (el garfio ya lo traía de casa), Donna D´errico (que está muy rica), Leonardo Guerra
Sinopsis: La hija de la protagonista de Candyman 2 ya ha crecido y se ha superdesarrollado, porque además de pintora es vigilante de la playa potente. Pues bien, la muchacha tiene pesadillas en la que Candyman vuelve con el garfio y la raja entera. La joven escultural hace como que no se entera de nada pero al final ¡zas! aparece su bisabuelo y empieza a hacer su masacre habitual entre todos los ignorantes que se burlan de la leyenda de los cojones.

A la hora de realizar esta acotación del horror, reconozco que me he dejado llevar bastante por mis hormonas revueltas (y eso que hace mucho que dejé de ser un adolescente). Si bien la película es un truño insufrible que come directamente de las dos primeras entregas (y eso que la segunda también era bastante mala), en parte se lo perdono porque la protagonista del film es una chica playboy que está como un tren. Y es que el productor es un lince y como sabía que le iban a crucificar por semejante engendro fílmico, puso a esta muchacha potente con unos tops y camisetas tres tallas menores y semper empitonada, y así no se puede realizar un análisis crítico ni nada. En fin, la película es un burdo intento de continuar la franquicia de Candyman, desvirtuándola completamente y denigrando la saga entera, reduciéndola a las historias de un psychokiller negro, puntual como un reloj cuando lo mentan cinco veces delante del espejo. La cobertura folclórica-cultural en este caso es la fiesta de los muertos mejicana, aunque en el fondo da igual, porque todo está enfocado al derramamiento de sangre gratuito y al bamboleo-bambolé de las dos amigas de la protagonista.
Nunca debió existir esta película ya que desprestigia la primera parte (que es una obra de arte). Pero ya que está hecha, disfrutemos de Donna y aquí paz y después gloria.



Y el vidreo que pongo a continuación lo subió en su día Horror Movie Trailer y es el trailer del film. Aunque si queréis ver el video que yo hice podéis picar aquí.

Carretera Perdida


Carretera Perdida (Lost Highway, 1997, USA)
Director: David Lynch
Guión: David Lynch y Barry Gifford
Música: Angelo Badalamenti
Género: Suspense, Thriller, surrealismo y cacao-mental
Intérpretes: Patricia Arquette, Bill Pullman, Balthazar Getty
Sinopsis: Ehh...pues...mmm...qué pregunta más difícil. Un mirón babosillo de incógnito está acosando a un músico de jazz, enviándole cintas de video donde sale grabado el músico y su esposa en su propia casa. Por otro lado, un chaval mecánico se fija demasiado en la mujer de uno de sus clientes, un jefe mafioso con bastantes malas pulgas. Ambas historias convergerán de una manera surrealista y caótica total.

Bueno, es una película de Lynch, así que ya sabes lo que te espera. Como en todos sus trabajos, el film es punto de unión de diferentes realidades que se mezclan y convergen de forma confusa y dodecaédrica (jo, que palabro más chulo), donde realidades y fantasías se dan la mano y retozan voluptuosamente sin que nadie (y menos Lynch) les ponga freno. Y para rizar el rizo, a la pluma está Barry Gifford para darle un toque canalla a tanto surrealismo. Junto a la atmósfera onírica de la imagen, la música tiene un protagonismo total, de la mano no solo de Angelo Badalamenti sino también de otros artistas, como Marilyn Manson, Lou Reed, Rammstein o los Smashing Pumpkins. Total, goce para los sentidos y dolor de cabeza para el entendimiento.
Aquí os dejo un video hecho por mí mesmo.


almuerzo desnudo, El


El almuerzo desnudo (Naked Lunch, 1991, Canadá)
Dirección: David Cronenberg
Guión: David Cronenberg a partir de la novela "El almuerzo desnudo" de William S. Burroughs
Género: Paranoias a punta pala
Intérpretes: Peter Weller, Judy Davis, Ian Holm, Roy Scheider
Sinopsis: A ver si no me hago la picha un lío...por lo visto, William Lee es un exterminador de insectos que como le gusta la vida sana coge el polvo insecticida y se lo inyecta en vena, compartiendo la afición con su mujer. Una tarde que el muchacho está un poco indispuesto, le pega un tiro a su mujer en la cabeza sin querer y es entonces cuando se le va la pinza del tó y empieza a alucinar con un lugar en el norte de África llamado "Interzona" que está lleno de espías, drogas, insectos y gayes. En este lugar alucinatorio William empezará a redactar "informes" que en realidad son páginas de sus novelas, que el chico en el fondo es escritor.
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Unir a Cronenberg con Burroughs es como unir el hambre con las ganas de comer, porque los dos son unos prendas de cuidado que con sus obras revolucionan la mente y los sentidos en una orgía de sexo mutante con connotaciones políticas y estéticas surrealistas y alucinatorias. La peli, más que una adaptación de la novela homónima, es un repaso inconfeso de la vida y obra de Burroughs y también es una visión por la tremenda de la maldición que supone el oficio de escribir, el cual es muy jodido e ingrato (y comprendo perfectamente por qué la mitad de los escritores que valen la pena son unos drogadictos de cuidado: hay que estar muy colgado para escribir de forma voluntaria). En fin, aunque la película es bastante mareante y parece que no tiene ni pies ni cabeza, es una maravillosa metáfora de la tortura que supone escribir de forma regular.
Aquí os dejo el trailer de la película, cortesía de gafasdeoro


Caramelo asesino


Caramelo asesino (Jawbreaker, 1999, USA)
Dirección: Darren Stein
Guión: Darren Stein
Género: "Adolescentes" asesinas
Intérpretes: Rebecca Gayheart (la mejor), Rose McGowan, Julie Benz, Judy Greer, Pam Grier, Marilyn Manson
Sinopsis: Tres tías pijas cabronas le gastan una broma a una de sus amigas secuestrándola y metiéndole un peazo caramelo en la boca para que no chille. El problema es que el caramelito se le atraganta y la muchacha muere ipso-facto. Pues bien, las amigas deciden guardar silencio sobre el tema y hacer como si no hubiera pasado nada pero al final, cómo no, la cosa se complica bastante (porque si no la película acabaría en el minuto 5)

Bueno, "Caramelo asesino" es, en teoría, una comedia adolescente alocada con mucho humor negro que pretende aleccionar al personal (con moraleja incluida) siendo una crítica ácida de la sociedad norteamericana y su escala de valores, al estilo de "American Beauty" que también se estrenó por esas fechas. Pero como del dicho al hecho hay un buen trecho, la película se queda en entretenida y poco más, eso sí, con cuatro pedazos de actrices protagonistas que están para mojar pan, aunque la mejor de ellas es mi Rebecca Gayheart, que primero hace de pija cabrona pero después se vuelve buena y se liga al actor hippie del instituto. También me gusta un rato Judy Greer (que hizo de prostituta en Californication en el episodio en el que se le muere el padre a Hank Mudy) que sufre la metamorfosis de Kafka pasando de friki del instituto a la chica más popular del idem. Y nada más, humor negro y tías buenas ¿para qué quieres más? Eso sí, los onanistas pueden dejar las manos quietas porque no hay ningún despelote en la película y tampoco ninguna escena sexir.
Aquí os dejo el trailer, cortesía de nathanielpood.