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Santos

Santos (Santos, 2008, Chile y España)
Dirección: Nicolás López
Guión: Nicolás López
Música: Manuel Rivero
Fotografía: Chechu Graf
Género: Superhéroes, ciencia-ficción y comedia gamberra juvenil
Intérpretes: Javier Gutiérrez, Elsa Pataky, Leonardo Sbaraglia y Guillermo Toledo
Sinopsis: Salvador es un dibujante de cómic fracasado creador del superhéroe friki "El niño bola", una criatura superpoderosa miembro de un linaje de superseres procedente de otra dimensión, educado desde pequeño por su maestro el Antropomosca y con la habilidad de crear campos de fuerza. Lo que no sabe Salvador es que él mismo es ¡El niño-bola! que de pequeño fue llevado a nuestra dimensión para salvar a la Tierra del fin del mundo. Pues mira tú qué casualidad que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina, ya que el amigo de la infancia de Salvador, Arturo, es en realidad un supervillano llamado Nova que ambiciona el poder supremo aunque para conseguirlo tenga que destruir nuestra dimensión y la suya. Pero que nadie se asuste, que aquí llega el Antropomosca, que le revela a Salvador su verdadera identidad y lo entrena para que salve al mundo y se ligue a Elsa Pataky.

Vamos a ver si no me hago la picha un lío...analizar y comentar esta peli es algo complicado e jodido, porque "Santos" se encuentra en una extraña tierra de nadie donde sin ser mala del todo tampoco es precisamente buena y aunque la peli es entretenida, también es aburrida y decepcionante. Nicolás López continúa con sus historias autobiográficas sobre frikis inadaptados sociales que casi nunca se comen un rosco, que tanto éxito le dió con su opera prima "Promedio Rojo", pero además le añade toda la iconografía del universo superheróico propias de los cómics Marvel y DC y los rasgos más característicos de la ciencia-ficción estrafalaria y camp, creando una amalgama extraña y confusa que en teoría tendría que agradar a los frikis del mundo entero pero que en la praxis no satisface las expectativas de nosotros los degustadores de la subcultura popular. Quizás, tal como señala la sabidurida popular, "quien mucho abarca poco aprieta" y en el intento de crear la obra magna del frikismo planetario, Nicolás López mordió más de lo que podía tragar y el proyecto le acabó superando.
Sin duda alguna, lo que más chirría de la peli es la complejidad innecesaria de su guión, lleno de flashbacks, historias paralelas, entornos apocalípticos y montones de información por centímetro cuadrado. ¿A qué viene complicarse la vida tanto? ¿tan malo era hacer una película con su planteamiento, nudo y desenlace? Su ritmo argumental es irregular y confuso y se pasan media película explicando mogollón de cosas que ni nos importan ni nos interesan. Por ello, las buenas ideas que tiene el film (que las tiene) quedan diluidas por su guión coñazo y enciclopédico más interesado en el detalle innecesario que en contar una buena historia.
Porque ésa es otra: la historia, original lo que se dice original no lo es mucho, ya que tiene influencias a punta pala de tramas ya vistas en cómics (Green Lantern, Supreme) y series de televisión (Héroes), quedando todo muy tópico y predecible. Incluso el lado "romántico" de la historia no escapa de la norma dentro del mundo friki, donde el más inadaptado y feo al final se acuesta con la tía más buena de la peli (algo que siempre ocurre en la vida real ¿a vosotros no os pasa?)
En cuanto a los personajes, pues hay de todo un poco. Javier Gutiérrez está bien en su superencasillado papel de mindundi tirillas y Leonardo Sbaraglia queda genial interpretando a un malvado supervillano sofisticado (aunque a veces se pone un pelín espeso con tanto histrionismo). Guillermo Toledo, actor de un solo registro (el de golfo simpático) queda fatal en su papel de venerado maestro aunque sus momentos escatológicos son divertidos a la par que repugnantes (con todos esos chistes sobre cacas sacados de un cómic del Dr. Slump). Y por último está nuestra Elsa Pataky, que está más buena que el pan y que, como en casi todos sus películas, hace una magnífica interpretación de mujer-florero cuyo máximo interés es ser objeto sexual de los protagonistas de la película y ser secuestrada al final de la misma. Aunque, obviamente, su cuerpo serrano es un infalible reclamo para espectadores como nosotros, que tenemos el vicio de Onán, aunque también es este aspecto la película decepciona, porque, exceptuando dos escenas, Elsa está bastante tapada.
Paradójicamente, lo mejor del film son sus efectos especiales, correctos y poco más, debido a lo ajustado del presupuesto. No obstante, Nicolás López sabe sacarle provecho a lo poco que tiene para crear un universo irreverente, expresionista, lleno de colores chillones y tonos exageradamente grotescos, con unos fondos y escenarios fieles al espíritu comiquero más camp y futurista, otorgándole al film una estética sugerente y divertida, impactante y gamberra, muy parecida a la de "Ultravioleta" de mi subyugante Mila Jovovich.
A nivel de taquilla "Santos" fue un fracaso absoluto, ya que el público no pudo comprender ni quiso aceptar su apabullante planteamiento ni su desarrollo irregular. Y la verdad es que esta reacción era la más lógica del mundo, porque a nivel global, la película no da ni frío ni calor. Técnicamente es correcta pero a nivel artístico deja mucho que desear.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de laguiago.

Scott Pilgrim contra el mundo

Scott Pilgrim contra el mundo (Scott Pilgrim vs.The World, 2010, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido)
Dirección: Edgar Wright
Guión: Edgar Wright y Michael Bacall basado en el cómic de Bryan Lee O´Malley
Género: ¿Un videojuego con forma de película o una película de videojuegos?
Intérpretes: Michael Cera, Mary Elizabeth Winstead, Ellen Wong, Chris Evans
Sinopsis: Scott es un piltrafilla bajista de un grupo de punk-rock amateur de Toronto, que tiene el corazón roto desde que su novia lo dejó hace un año. Actualmente sale con una chavala de 17 años, ante el espanto de todos sus familiares y amigos, que le llaman asaltacunas a la cara, pero que no cunda el pánico porque lo único que hacen es cogerse de la mano y dar paseos. Pues bien, los dos están muy agustito con este bonito amor platónico cuando un buen día aparece una tía con el pelo color magenta llamada Ramona Flowers, muy misteriosa y enigmática ella, y el pobre Scott se enamora hasta las trancas, sin saber el insensato que para poder salir con ella tendrá que vencer a sus siete ex-novios, muy rencorosos ellos y con unos superpoderes muy chulos. Toronto ya no es lo que era.

"Scott Pilgrim contra el mundo" es otro intento fallido de adaptar un cómic al cine, o más concretamente, trasladar literalmente el lenguaje del cómic al cine. La peli esá basada en una colección de tebeos del canadiense Bryan Lee O´Malley, cuyo estilo es el característico del cómic japonés (u manga), mezclando el género romántico (o soho, con sus triángulos amorosos y sus emociones desbordantes), el humorístico (con su comedia cafre y excesiva y sus elipsis abusurdas (muecas imposibles, que el personaje se caiga de espaldas ante una sorpresa, goterones de sudor gigantes, etc)) y el de acción y hostias limpias, con sus golpes imposibles, sus millones de líneas cinéticas y sus combates coreografiados al más puro estilo de Bola de Dragón. O sea, fifty-fifty, mitad-mitad, todo genialmente mezclado, con una forma y un ritmo narrativo que queda de lujo en el papel impreso, pero que a la pantalla no se puede llevar literalmente, porque si no falla el asunto. Y es aquí donde falla la película. Y antes de que te cagues en mis muelas por decir tamaña herejía contra una de las grandes obras cumbres del frikismo de todos los tiempos, permíteme que puntualice: la peli está chulísima, con ese genial humor absurdo y alocado, con todas esas batallas increíbles y coloridas y con esos alucinantes efectos especiales, pero, a nivel cinematográfico, la película no es una buena historia, o dicho de otra manera, la trama queda silenciada por el estruendoso despliegue de los elementos secundarios del film, que en lugar de realzar la historia, la sustituyen. La peli empieza muy bien, con un equilibrio entre la historia intimista de Scott Pilgrim y los efectos especiales frikis, quedando una historia muy fresca y original sobre la madurez y las relaciones de pareja, con una atmósfera cínica y un poco absurda que le otorga a la película agilidad, estilo e interés: las onomatopeyas de los sonidos, los textos de apoyo, los diálogos rápidos e ingeniosos sin pretenciosidades o imposturas... todo esto le da a la película una frescura "teen" sin ser cursi o descerebrada, apoyado por la sutiliza y la belleza de las escenas oníricas, como la de los columpios bajo la nieve. Por suerte o por desgracia, todo esto cambia fulminantemente cuando empieza el primer combate. No sólo el equilibrio sino la más mínima coherencia desaparecen cuando el tímido y debilucho Scott Pilgrim empieza a dar puñetazos y patadas como un poseso, dando saltos de kilómetros de altura y atravesando paredes a hostia limpia. Ejem, perdón ¿me he perdido algo? ¿le ha picado una araña radioactiva? ¿es una metáfora, un sueño, una historia imaginaria? De golpe y porrazo "Scott Pilgrim contra el mundo" pasa de ser una comedia friki a una película de superhéroes potente, sin ningún nexo razonable que una ambos estilos. Y llegados a este punto, las aventuras costumbristas y románticas de Scott Pilgrim pierden su razón de ser para ser sustituidas por unos espectaculares fuegos artificiales con mucha violencia de videojuego, mucho humor absurdo, muchas escenas surrealistas sin la más mínima lógica interna y promoviendo la locura más apabullante y vertiginosa que te puedas imaginar. ¿Esto es bueno? ¿es malo? Si entendemos el cine como la narración de una historia coherente, sin duda es malo. Pero si entendemos el cine como una experimentación de sensaciones, la película es una gozada total.
La espectacularidad y el humor de este film nacen del exceso. Todo está grotescamente exagerado y cada escena es un "más difícil todavía". La película sabe a gloria bendita para el friki de manual, porque en ella podemos ver elementos visuales no sólo del mundo de los videojuegos, sino también de los cómics de super-héroes, de las pelis de acción, de los animes hiper-violentos e hiper-divertidos o del humor cafre de mangas como el Dr. Slump. Todo ello mezclado sin orden ni concierto, de la forma más llamativa y espectacular posible, sin dar ni un segundo de respiro al espectador que viendo la película se siente como en una montaña rusa de emociones.
Si el apartado de los efectos especiales merece un 10 como una catedral, el de los personajes desgraciadamente merece una nota inferior. A excepción de Scott Pilgrim (como feucho perdedor) y la encantadora Knives Chau, la novia china de Scott (como encantadora y alocada groupie), el resto de personajes apenas están desarrollados. Para empezar, no se puede ser menos expresiva que Ramona Flower, que uno se pregunta cómo se ha podido enamorar tanta gente de ella, porque es un rollo de tía. La peli tiene un montón de secundarios interesantes (la hermana, el compañero de piso gay, el resto del grupo, etc) pero apenas están esbozados, cayendo en el tópico o en el absurdo, restando verosimilitud al microcosmos personal de Scott Pilgrim y quedando como chistes recurrentes entre pelea y pelea.
En fin, "Scott Pilgrim contra el mundo" es una película divertidísima y espectacular, aunque la historia que pretende contar resulte floja e incoherente. Si te gustan las superbatallas con muchos efectos especiales, el humor absurdo y delirante, el frikismo y la cultura popular, el universo iconográfico de los videojuegos de los años 80 y la música punk-rock independiente, ésta es tu película.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de adictoalfilmtres.

Supersonic man

Supersonic man (Supersonic man, 1979, Española seguro que es, pero en algunos lados dicen que es una coproducción con Italia, aunque los italianos lo desmienten vehementemente)
Dirección: Juan Piquer Simón
Guión: Juan Piquer Simón y Sebastián Moi
Género: Super-héroes y ciencia-ficción cutre-casposa serie Z o peor
Intérpretes: Antonio Catanfora, Cameron Mitchell, Diana Polakov, José María Caffarel
Sinopsis: Un científico malvado líder de una organización criminal del copón rapta a un profesor para sonsacar sus conocimientos y así dominar el mundo. No obstante, allí está Supersonic Man, un superhéroe del espacio exterior que habita entre nosotros de incógnito y que ese día estaba viendo la tele por casualidad y vio la noticia del secuestro y también vio a la hija del profesor, que no estaba nada mal, y así decidió pronunciar las palabras mágicas "¡Que la fuerza de las galaxias sea conmigo!" y convertirse en...¡Su-per-so-nic-man! ¡I-wa-nna-be!

Atención, pregunta: ¿a quién se le ocurriría hacer una mezcla de Superman, Star Wars y la peor película de James Bond? ¡Es evidente! ¡A un español, con dos cojones! Juan Piquer Simón sin pelos en la lengua decidió mezclar los hits parades del cine de la época (esto es, la peli de Richard Donnell y la de George Lucas) e intentar dar el pelotazo en Estados Unidos. Y desde luego el pelotazo sí que lo dio...en los ojos de los espectadores al ver este engendro del oportunismo, otra afrenta al nuevo mundo que ni lo de Hernán Cortés, oiga. Aunque el director crea una atmósfera cómica que está presente a lo largo del film, paradójicamente lo que hace más gracia son las cosas que en teoría van en serio. Para empezar está el protagonista: un hortera bigotudo que presionando un botón de su reloj casio digital se transforma en un superhéroe de piel azul que convierte las pistolas en plátanos, puede andar como si llevase patines, levanta apisonadoras de cartón piedra y es capaz de volar con unos cromas horribles de la ciudad de Nueva York al fondo. Los malos también son para enseñarlos, con un mad doctor histriónico total que no para de decir majaderías plan Julio César y que su mejor arma es un Robot-tostadora lanzafuego con menos movilidad que un gato de escayola y que su ejército está formado por esbirros con casco de guardia urbano y mallas de color del parchís. La supertecnológica base de los malos es en realidad la Central térmica de Aceca, en Villaseca de la Sagra, Toledo, y el día que hicieron la película, los de Hobbymodelismo se pusieron contentos, porque Juan Piquer Simón les compró todas las maquetas de la tienda, que cantan más que los tres tenores. En fin, "Supersonic man" es una película donde todo chirría bastante (los actores, el doblaje, el vestuario, los decorados, los diálogos, los "efectos especiales") quedando todo más falso que una moneda con tres caras.
Resumiendo: como película es un engendro que no hay por dónde cogerlo, pero si quieres echarte unas risas con tus amigos, esta película es genial.
No obstante, Juan Piquer Simón no tiró la toalla y siguió rodando para el mercado americano, consiguiendo otra obra cumbre del frikismo del terror titulada "Mil gritos tiene la noche". Casi nada.
Aquí os dejo el trailer de Supersonic Man, cortesía de JohnnySalamander.

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Y aquí os dejo el tema central de la película, pegadizo y molón como él solo, cortesía de Vapourtrails.

Batman


Batman (Batman, 1989, USA)
Dirección: Tim Burton
Guión: Sam Hamm y Warren Skaaren, basado en el personaje de los tebeos de DC Cómics
Música: Danny Elfman. También tiene algunas canciones de Prince
Género: Personaje de cómic vestido de cuero negro que le gusta dar caña al personal (no, no es un tebeo de Tom de Finlandia)
Intérpretes: Jack Nicholson, Michael Keaton, Kim Basinger
Sinopsis: La ciudad de Gotham está fatal. Los criminales están hasta en la sopa y la policía no puede detenerlos. No obstante, un héroe enmascarado surge de las sombras con un montón de cacharros para darle de hostias al crimen organizado. Misterioso e implacable, esta trágica figura tiene un trauma infantil de aupa, ya que sus padres fueron asesinados cuando él era chico. En lugar de ir al psicólogo, el chaval juró vengarles pegándole palizas a los raterillos y ladrones vestido de murciélago gigante. ¿Quién es este vigilante nocturno? Pues Batman, cojones, que no estamos atentos al título. No obstante, una noche tonta Batman tira sin querer a un jefe mafioso a una cuba llena de productos químicos y éste se transforma en un psicópata asesino con una sonrisa postiza...¡El Joker! que está más loco que una cabra y quiere envenenar a la ciudad entera. Batman tendrá que impedirlo pero, por el camino y para relajarse, arrimará cebolleta con Kim Basinger, que el tío será ominoso pero no tonto.

A finales de los años 80, el personaje más popular de DC Cómics era, sin duda alguna, Batman. Fue Frank Miller quien devolvió las esencias oscuras a este personaje, a menudo maltratado por otros autores empeñados en otorgarle un carácter totalmente infantil. Con "The Dark Kight returns" y "Year one", Miller trajo de vuelta a Batman al mundo de las sombras, a su verdadero origen. Por eso, cuando la Warner Bros quiso hacer una película de uno de sus personajes, la elección del caballero oscuro era la más lógica (además, la franquicia de Superman estaba más que agotada con el fiasco de la cuarta parte). El estreno de la película estuvo precedido y acompañado de una enorme campaña promocional, que sus dineros le costaron poner en los telediarios de todo el mundo imágenes de las enormes colas ante los cines, con los primeros frikis vestidos de Batman dando la nota, como debe ser.
"Batman" fue un exitazo de taquilla, entre otras cosas porque está muy bien hecha. Sin duda alguna Tim Burton fue la mejor elección para dirigir este film, entre otras cosas porque está medio colgado y supo plasmar a la perfección la esencia de Batman y su universo, un mundo oscuro, elegante, grotesco y un tanto desquiciado, y lo hizo a través de sus personajes, de los grandiosos e impresionantes decorados y de la música de Danny Elfman. Paradójicamente, el eje central de la película no es Batman sino el Joker, interpretado por un histriónico Jack Nicholson pasado de rosca como de costumbre pero que aquí queda estupendamente, otorgando a su personaje verosimilitud y, sobretodo, diversión. Mientras que Michael Keaton queda genial como un Bruce Wayne torturado por los fantasmas del pasado, en cuanto se pone el traje de Batman parece una sardina enlatada, que apenas puede moverse de lo tieso que está el traje (que se ve a la legua que es de gomaespuma). Para algunos, la película tiene pocas escenas de acción pero yo creo que tiene las justas y necesarias (dos al principio, una en medio y una superbatalla final), con una historia bien hilvanada que mantiene el interés en todo momento.
La peli tuvo bastantes críticas negativas: por un lado, los fans de los cómics no aceptaron de buena gana que el Joker fuera el asesino de los padres de Batman y tampoco les gustó la escena en la que los sicarios del Joker mueren de un bombazo en la fábrica; también dijeron que Michael Keaton no daba la talla para interpretar a Batman, entre otras cosas porque estaba pelón y necesitaba un peluquín (no olvidemos que Keaton interpretó al demonio Bitelchús (Beetlejuice) un año antes y daba mucho el cante); otra crítica recurrente fue que las peleas eran demasiado rígidas y estáticas, entre otras cosas porque Michael Keaton apenas se podía mover embutido en ese traje de gomaspuma marca-abdominales. Pero la mayoría de críticas acusaban a la película de tener un aire caricaturesco que chocaba frontalmente con la esencia oscura del personaje, críticas que olvidaban que la genialidad de Tim Burton consiste en recrear una atmósfera siniestra y burlona sacada de le mente de un niño travieso a través de esos mundos retorcidos que evocan la fantasía de la niñez, con sus pesadillas y sus sueños. Y que conste que para esta película ataron en corto a Tim Burton para que no se descontrolase a nivel artístico. No obstante, en "Batman Returns" el bueno de Tim se desmelenó completamente y que salga el sol por donde quiera. Quizás por eso no le dejaron hacer ninguna parte más.
Aquí os dejo un trailer artesanal de la película, cortesía de LucasHB.


Y antes de acabar, quisiera recordar con nostalgia el videojuego de la película, en su versión Amstrad, que en su momento me pareció muy chulo y que me pasé un montón de horas jugando. Si no me falla la memoria el juego tenía 5 fases: la primera era en la fábrica química Axis; la segunda era conduciendo el Batmóvil por Gotham y que me costó la vida pasármela; la tercera fase consistía en combinar unos productos hasta encontrar la fórmula-veneno del Joker; en la cuarta manejabas el Bat-avión y tenías que coger los globos; y en la quinta andabas por la catedral hasta encontrar al Joker y darle candela.