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Santos

Santos (Santos, 2008, Chile y España)
Dirección: Nicolás López
Guión: Nicolás López
Música: Manuel Rivero
Fotografía: Chechu Graf
Género: Superhéroes, ciencia-ficción y comedia gamberra juvenil
Intérpretes: Javier Gutiérrez, Elsa Pataky, Leonardo Sbaraglia y Guillermo Toledo
Sinopsis: Salvador es un dibujante de cómic fracasado creador del superhéroe friki "El niño bola", una criatura superpoderosa miembro de un linaje de superseres procedente de otra dimensión, educado desde pequeño por su maestro el Antropomosca y con la habilidad de crear campos de fuerza. Lo que no sabe Salvador es que él mismo es ¡El niño-bola! que de pequeño fue llevado a nuestra dimensión para salvar a la Tierra del fin del mundo. Pues mira tú qué casualidad que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina, ya que el amigo de la infancia de Salvador, Arturo, es en realidad un supervillano llamado Nova que ambiciona el poder supremo aunque para conseguirlo tenga que destruir nuestra dimensión y la suya. Pero que nadie se asuste, que aquí llega el Antropomosca, que le revela a Salvador su verdadera identidad y lo entrena para que salve al mundo y se ligue a Elsa Pataky.

Vamos a ver si no me hago la picha un lío...analizar y comentar esta peli es algo complicado e jodido, porque "Santos" se encuentra en una extraña tierra de nadie donde sin ser mala del todo tampoco es precisamente buena y aunque la peli es entretenida, también es aburrida y decepcionante. Nicolás López continúa con sus historias autobiográficas sobre frikis inadaptados sociales que casi nunca se comen un rosco, que tanto éxito le dió con su opera prima "Promedio Rojo", pero además le añade toda la iconografía del universo superheróico propias de los cómics Marvel y DC y los rasgos más característicos de la ciencia-ficción estrafalaria y camp, creando una amalgama extraña y confusa que en teoría tendría que agradar a los frikis del mundo entero pero que en la praxis no satisface las expectativas de nosotros los degustadores de la subcultura popular. Quizás, tal como señala la sabidurida popular, "quien mucho abarca poco aprieta" y en el intento de crear la obra magna del frikismo planetario, Nicolás López mordió más de lo que podía tragar y el proyecto le acabó superando.
Sin duda alguna, lo que más chirría de la peli es la complejidad innecesaria de su guión, lleno de flashbacks, historias paralelas, entornos apocalípticos y montones de información por centímetro cuadrado. ¿A qué viene complicarse la vida tanto? ¿tan malo era hacer una película con su planteamiento, nudo y desenlace? Su ritmo argumental es irregular y confuso y se pasan media película explicando mogollón de cosas que ni nos importan ni nos interesan. Por ello, las buenas ideas que tiene el film (que las tiene) quedan diluidas por su guión coñazo y enciclopédico más interesado en el detalle innecesario que en contar una buena historia.
Porque ésa es otra: la historia, original lo que se dice original no lo es mucho, ya que tiene influencias a punta pala de tramas ya vistas en cómics (Green Lantern, Supreme) y series de televisión (Héroes), quedando todo muy tópico y predecible. Incluso el lado "romántico" de la historia no escapa de la norma dentro del mundo friki, donde el más inadaptado y feo al final se acuesta con la tía más buena de la peli (algo que siempre ocurre en la vida real ¿a vosotros no os pasa?)
En cuanto a los personajes, pues hay de todo un poco. Javier Gutiérrez está bien en su superencasillado papel de mindundi tirillas y Leonardo Sbaraglia queda genial interpretando a un malvado supervillano sofisticado (aunque a veces se pone un pelín espeso con tanto histrionismo). Guillermo Toledo, actor de un solo registro (el de golfo simpático) queda fatal en su papel de venerado maestro aunque sus momentos escatológicos son divertidos a la par que repugnantes (con todos esos chistes sobre cacas sacados de un cómic del Dr. Slump). Y por último está nuestra Elsa Pataky, que está más buena que el pan y que, como en casi todos sus películas, hace una magnífica interpretación de mujer-florero cuyo máximo interés es ser objeto sexual de los protagonistas de la película y ser secuestrada al final de la misma. Aunque, obviamente, su cuerpo serrano es un infalible reclamo para espectadores como nosotros, que tenemos el vicio de Onán, aunque también es este aspecto la película decepciona, porque, exceptuando dos escenas, Elsa está bastante tapada.
Paradójicamente, lo mejor del film son sus efectos especiales, correctos y poco más, debido a lo ajustado del presupuesto. No obstante, Nicolás López sabe sacarle provecho a lo poco que tiene para crear un universo irreverente, expresionista, lleno de colores chillones y tonos exageradamente grotescos, con unos fondos y escenarios fieles al espíritu comiquero más camp y futurista, otorgándole al film una estética sugerente y divertida, impactante y gamberra, muy parecida a la de "Ultravioleta" de mi subyugante Mila Jovovich.
A nivel de taquilla "Santos" fue un fracaso absoluto, ya que el público no pudo comprender ni quiso aceptar su apabullante planteamiento ni su desarrollo irregular. Y la verdad es que esta reacción era la más lógica del mundo, porque a nivel global, la película no da ni frío ni calor. Técnicamente es correcta pero a nivel artístico deja mucho que desear.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de laguiago.

Sexykiller. Morirás por ella

Sexykiller. Morirás por ella (Sexykiller. Morirás por ella, 2008, España)
Dirección: Miguel Martí
Productora: Ensueño Films
Guión: Paco Cabezas
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Carles Gusi
Género: pues una mezcla indigesta de todo lo que le gusta al director, supongo: psychokillers, gore plan Saw, cutre-zombies, mad doctors y comedias universitarias
Intérpretes: Macarena Gómez, César Camino, Ángel de Andrés López, Alejo Sauras, Paco León
Sinopsis: Bárbara es una estudiante de medicina que está fatal de la cabeza porque además de ser una pija repelente es una asesina en serie que mata a la gente según su trastocada escala de valores (dominada por las tendencias de la moda). Como la muchacha le ha cogido gusto al cuchillo, deja el suelo de la facultad llena de cadáveres y como uno de los muertos es el forense, la policía debe pedir ayuda a dos estudiantes de medicina que están haciendo la tesis doctoral (que consiste en crear una máquina que proyecta los pensamientos de la gente). A todo esto, pasa el Luisma con un coche tuneado, le atropella el perro a la asesina y está le cuenta toda su vida (después de clavarle un cuchillo, of course).

Decir que "Sexykiller" es una de las peores películas de la década quizás sea una afirmación un poco gratuita, pero la verdad es que la peli es un rato mala, tirando a infumable. Aunque a nivel técnico la película es decente, a nivel artístico es un horror informe de Shubb-Niggurath. Para empezar, mi Macarena Gómez está fatal en un papel abominable e incongruente más malo que un dolor. ¿De verdad cree el director que podemos empatizar con un personaje tan superficial, tan frívolo, tan pijo y tan egocéntrico? ¡por favor! Bárbara es un personaje odioso y lo único que queremos es que la maten de una vez para que dejé de hablar como una cotorra diciendo chorradas presuntamente graciosas o sofisticadas. Más que un personaje, Bárbara es una caricatura que no resiste ni un análisis morfológico ni sintáctico, y cuando el director pretende darle un poquito de profundidad con la tontería de "El escorpión y la rana" queda todo muy ridículo, pretencioso y visto un millón de veces antes. Por todo esto, Macarena Gómez (una estupendísima actriz) fracasa al intentar sacar a flote un papel que no tiene ni pies ni cabeza y que quizás solo podría haber tenido éxito si lo hubiera interpretado una auténtica pija mediática, como Chabeli Iglesias o Tamara Falcó. El resto de personajes también son estereotipos pobremente ingeniosos que hacen avanzar la trama a trompicones. De la quema sólo se salvan César Camino (en su papel de empollón friki que no se come ni una rosca) y Ángel de Andrés Gómez (interpretando a un policía corrupto), porque el resto del elenco da penita, como Alejo Sauras de "Los Serrano" o Paco León de "Aida" (que si buscas "encasillamiento" en un diccionario, sale la foto de estos dos cogidos de la mano).
El argumento también es un mojón como una catedral, ya que es un refrito de las filias del director, que mezcla con desparpajo estilos y géneros. Las cuatro grandes "influencias" del film son "Romy y Michele" de David Mirkin (por su exaltación del pijerío y de la lobotomía frontal juvenil), "American Psycho 2" de Morgan J. Freeman (cuya protagonista era una estudiante universitaria psicótica), "El terror llama a su puerta" de Fred Dekker (por su escena final con zombies) y, por supuesto, "Re-animator" de Stuart Gordon (por todo el tema de resucitar a los muertos). Tal potaje de ideas y conceptos queda fatal, otorgándole al film un aire muy de cineasta aficionado que pone en la peli todo lo que le gusta, aunque no pegue ni con cola. Exceptuando alguna escena gore muy bien hecha, y algún que otro chiste fácil (de la mano de Luisma), el resto de la película es previsible y aburrido.
Y poco más hay que contar. "Sexykiller" pretende ser una película de humor, pero no hace ni puta gracia; pretende ser una película de terror pero no asusta; y pretende ser una película satírica con los valores imperantes actuales, pero la sátira es más bien una apología de lo que pretende criticar. Que no hay por dónde cogerla, vamos.
Aquí os dejo el trailer de la película, cortesía de abandomoviez

Spanish Movie

Spanish Movie (Spanish Movie, 2009, España)
Dirección: Javier Ruiz Caldera
Productora: Telecinco Cinema/Think Studio
Guión: Paco Cabezas
Música: Fernando Velázquez, pero por lo visto se grabó en Hungría
Fotografía: Óscar Faura
Género: cine de parodias o, como diría Shakespeare, "Spoof movie" al más puro estilo de Scary Movie, Epic Movie, Hot Shot, Agárralo como puedas o la decana en el género, Aterriza como puedas
Intérpretes: Alexandra Jiménez (me he enamorao), Silvia Abril, Carlos Areces, Joaquín Reyes, Leslie Nielsen, Joselito el pequeño ruiseñor y un montón de cameos del mundo del cine y la televisión, como Buenafuente, Berto, Alex de la Iglesia, Alejandro Amenábar, Paco Plaza, Jaume Balagueró, Belén Rueda, Juan Antonio Bayona, Chiquito de la Calzada y la peña de Muchachada Nui
Sinopsis: Ramira es una ama de casa almodovariana que va a trabajar a una fantasmagórica mansión victoriana, propiedad de una mujer llamada Laura que está más caliente que el palo de un churrero porque tiene a su marido en la guerra de Flandes. El curro de Ramira es ser la niñera de los dos niños de Laura, pero por accidente se le muere uno de ellos y la pobre decide ocultarlo (más que nada, para que la madre no sufra con la pérdida). En la mansión conocerá a Pedro San Antón, un tetrapléjico de mentira que se queda perdidamente enamorado de ella pero como su afición es intentar suicidarse, le pedirá a la muchacha una y otra vez que le dé matarile. Por otro lado, una criatura mitad cabra mitad muchachada nui viene con un mensaje del futuro para Pedro San Antón, pero el cabrito es golpeado por la niña superviviente, que es una cabrona sádica, y se queda amnésico total. ¿Conseguirá el Fauno transmitir su mensaje del futuro? ¿Encontrará Laura a su hijo perdido? y lo más importante ¡¿Por qué no sale en la película Chiquito de la Calzada?!

Discutir sobre la calidad intrínseca de las películas de parodias es una tarea ociosa y un debate bizantino, porque todas están cortadas por el mismo patrón y comparten los mismos defectos (que no son pocos) y virtudes (que algunas tendrán). Por ello, ni el espectador ni el crítico gafapastas pueden sorprenderse ni rasgarse las vestiduras ante subproductos de esta naturaleza, porque el que avisa no es traidor y desde el principio queda claro la clase de película por la que estás pagando una entrada. "Spanish Movie", fiel a las películas de parodias norteamericanas, está plagado de exageraciones redundantes, bromas escatológicas, mucha sal gorda, obscenidades varias, bastante sexo implícito, escaso ingenio, mucho gamberrismo y multitud de chistes y gags que no tienen ni puta gracia. Pero eso es algo que resulta obvio, ya que la campaña promocional del film estaba encaminada a llamar la atención del público hispano que devora con delectación las spoof movies norteamericanas (que no son pocos y además proceden de todas las capas sociales e intelectuales del país). Por todo ello, que nadie se haga el sorprendido, que sabías a lo que venías, pájaro.
Pero primero, pongámonos en situación. Aunque los productores han intentado vendernos la moto con que "Spanish Movie" es la primera película paródica española del estilo de "Aterriza como puedas" de Jim Abrahams y los hermanos Zucker, la verdad es que el mérito de ser la primera se lo lleva otra peli, "Vivancos 3" (Albert Saguer, 2002) protagonizada por el Gran Wyoming, y que en su día recibió palos hasta en el carnet de identidad, que al público solo le faltó ir a la casa del director y pegarle con la babucha en la cara. No obstante, aquí es donde se puede ver la importancia suprema de las campañas de promoción, porque "Spanish movie" sin ser mucho mejor que "Vivancos 3", ha recibido una respuesta en taquilla muy buena, gracias a la participación mediática de un montón de caras conocidas del cine y la televisión, que promocionaron la película hasta en la carta de ajuste. También es cierto, tal como apuntaba Joaquín Reyes en una entrevista, que España actualmente está produciendo mucho cine de género y este tipo de largometrajes son los más propicios a ser parodiados. En fin, sea como fuere, aquí queda mi reconocimiento a esa película de culto infravalorada llamada "Vivancos 3" que nada tiene que envidiar a "Spanish Movie" porque las dos cojean del mismo pie.
Entrando ya en harina, los gags de "Spanish movie" son poco ingeniosos y apenas son satíricos ni paródicos (lo cual es pecado venial en una spoof movie) y se recrean en una sucesión de momentos llenos de obviedades hiperbólicas y bestialidades gamberras con escasa gracia y totalmente predecibles. Algunos críticos han afirmado que "Spanish Movie" es una mordaz crítica del panorama cinematográfico actual español, a lo cual yo digo que un mojón como una catedral, lo que hay son algunas referencias al universo iconográfico de Pedro Almodóvar y va que chuta. La película toma como hilo argumental la trama de dos películas exitosas, "Los otros" de Amenábar y "El orfanato" de Bayona, y no por casualidad, porque ambas se parecen como dos niños mellizos después de la primera comunión. Desgraciadamente, en un lamentable juego de "buen rollito" para con los directores, las críticas a ambas películas no son ni mordaces ni puñeteras ni cabronas, todo queda muy light y muy de colegas de tapas y así no se puede.
No obstante, a pesar que la película es malilla tirando a chorra, también tiene sus cosillas buenas y uno no se aburre viéndola. El humor que destila el film procede totalmente del actual contexto televisivo catalano-manchego encabezado por programas como "Muchachada Nui" o grupos como El Terrat, que con ingenio e imaginación han roto el monopolio del humor andaluz plan "Los Morancos". Otro elemento fundamental que salva a la película de la quema es su trío protagonista, Silvia Abril, Alexandra Jiménez y Carlos Areces, que llevan ellos solitos el peso de la película y que están fenomenales (teniendo en cuenta la papeleta que les ha tocado). La interpretación de Silvia Abril como la estirada y calentorra dama victoriana es genial y Carlos Areces, fiel a sus raíces chanantes, también destaca en su polémica reinterpretación de "Mar adentro". Pero mi corazón es para Alexandra Jiménez, que me ha encandilado completamente y se me cae la baba sin objetividad alguna. Además, la escena en la que está disfrazada de enfermera la tengo grabada fotográficamente en mi memoria y en el video de más abajo. Por otro lado, a lo largo del film hay algunos momentos muy divertidos, como el de la "linterna" de Joselito, la pelea entre Ramira y su marido borracho o la aparición de Alatriste, pero ya te digo, lo que abundan son los gags sin gracia ni salero.
Y esto es todo. Lo mejor de "Spanish Movie" es que se define a si misma a la perfección, así que después que no me venga la gente llorando que la han estafado. Más claro agua.

Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de spanishmoviecorto.


Ahora os presento el mítico encuentro entre Leslie Nielsen y Chiquito de la Calzada.


Y ahora os presento la mejor escena de la película...¡Ay omá!

Clerks II

Clerks II (Clerks 2, 2006, USA)
Dirección: Kevin Smith
Productora: The Weinstein Company/View Askew Productions
Guión: Kevin Smith (y se nota)
Música: James L. Venable
Fotografía: David Klein
Género: Mezcla indigesta de comedia romántica y humor cafre y escatológico
Intérpretes: Brian O´Halloran, Jeff Anderson, Rosario Dawson, Jason Mewes, Kevin Smith
Sinopsis: 10 años después de la primera película, Dante Hicks y Randal Graves siguen trabajando en la misma tienda y por muchos años. Pero un día de estos la tienda sale ardiendo y a Dante no le queda otra que buscar un nuevo trabajo en una hamburguesería. No obstante, vientos de cambio soplan en la vida de Dante porque se va a mudar a Florida y se va a casar con una tía que está cañón. Pero como siempre hay un pero (si no la peli acabaría en el minuto 2) hay algo que retiene a Dante en Nueva Jersey: su jefa de la hamburguesería, Becky, que está más buena que el pan y además es una tía simpática. Ah, claro, y también están Jay y Bob el silencioso haciendo gansadas.

"Clerks 2" es la prueba viviente de cómo se puede morir de éxito. Pongámonos en situación: Al comienzo del siglo XXI, Kevin Smith quería darle un giro a su carrera y alejarse del cine friki que le hizo famoso. Por ello, Kevin realizó un film a modo de despedida titulado "Jay y Bob el silencioso contraatacan" (2001), prometiendo de verdad de la buena que nunca más volvería a utilizar a estos personajes, que éste era el final de una etapa y que las inquietudes del director iban por otro lado. Su siguiente película fue "Jersey Girl" (2004), un intento de hacer una película "seria" sin tanto humor escatológico ni tantas referencias frikis. ¿Y cuál fue el resultado? Obviamente, un FRACASO absoluto, porque si a Kevin Smith le quitas el humor cafre y las continuas referencias a la cultura popular ¿qué te queda? una comedia romántica cursi y empalagosa hasta la nausea. Por este motivo, la película no pudo atraer ni a los seguidores incondicionales de Kevin Smith ni a un público nuevo ávido de comedias románticas hollywoodienses. Y de esta manera tan guapa, Kevin Smith se encontró en una encrucijada vital: ¿Ahora qué hago? ¿soy fiel a mí mismo y sigo intentando hacer películas sin tanto humor cafre ni frikadas, o por el contrario doy marcha atrás y vuelvo otra vez al cine que hacía antes, del cual estaba harto? Como la pela es la pela, Kevin Smith no lo dudó ni un instante: que le den por culo al público potencial: sigo haciendo películas con pedos, sexo bizarro y referencias a Star Wars y así por lo menos tengo contento a mis legiones de fans, que son los que me pagan mi abultado sueldo. Y dicho y hecho, de la noche a la mañana, Kevin Smith tiró al retrete su maduración artística y sacó del olvido a Jay y Bob el Silencioso. Y cuando algún crítico gafapastas le preguntaba porqué "Jersey Girl" había sido un fracaso, Kevin, ni corto ni perezoso respondía: "la película era genial pero la gente estaba inmersa en la ruptura de Ben Afleck y Jennifer López". ¡Claro que sí, machote, quien no se consuela es porque no quiere!
La mayor virtud de Kevin Smith es también su mayor defecto: todas sus películas son iguales. Todas tienen un trasfondo sentimentaloide e infantil, al más puro estilo de John Hughes (famoso por "La chica de rosa"), con un montón de chistes guarros y frikadas varias para disimular la cursilería de un guión irreal e inmaduro. Los personajes no son creíbles, más que nada porque TODOS los personajes hablan con la voz de Kevin Smith, esto es, se pasan toda la película soltando discursos sacados de la mente del director, el cual sin duda padece un trastorno bipolar, ya que alterna la reflexión comedida con los exabruptos soeces y ordinarios. Por ello, los personajes no son ellos mismos, sino variantes mal disimuladas de las opiniones del director, que no se molesta en dar un trasfondo realista a sus personajes. Pero dejémonos de tonterías y de hipocresía, lo que más llama la atención de Kevin Smith es el uso indiscriminado del sexo, tanto en los diálogos (interminables como ellos solos) como en las situaciones, llegando a límites salvajes e irreverentes que son la marca de la casa del director, el cual habla sin tapujos de masturbaciones, auto-felaciones, zoofilia, bisexualidad, etc. El mayor mérito de Kevin Smith es que sus películas suponen un ataque constante a la hipocresía del puritanismo estadounidense. El mayor defecto de Kevin Smith es que esos ataques son artificiales, efectistas y están al servicio de una historia con un trasfondo conservador y puritano. O dicho de otra manera, a Kevin Smith se le va la fuerza por la boca: sí, mucho tono salvaje y deslenguado pero en todas sus películas prima la monogamia más castrante y convencional, camuflada de "amor verdadero". Jolín, pues sí que es trasgresor...
Entrando ya en harina, "Clerks 2" es bastante redundante como historia y también es bastante artificial como gamberrada irreverente. Ni siquiera cubre el cupo de frikadas, ya que sólo hay un par de menciones a Star Wars y a El señor de los Anillos. En fin, la peli le ha quedado un poco descafeinada al señor Smith, con dos o tres golpes de efecto y tira millas. Ni la presencia espectacular de Rosario Dawson salva al film de la mediocridad. Por cierto, la muchacha protagoniza una de las mejores escenas de la película, cuando se pone a bailar una canción de los Jackson Five, pero desgraciadamente a Kevin Smith no le bastaba con ver a mi Rosario danzando sensualmente, sino que también tuvo que añadir el zafio detalle de unos pechos dando brincos al son de la música. En cuanto al mensaje del film, no puede ser más conservador y norteamericano: el secreto de la felicidad es convertirse en el pequeño propietario de un negocio. En cuanto a chistes malos y groseros, de eso sí hay bastante, pero ya no sorprenden como al principio de su carrera, teniendo que recurrir a la zoofilia para llamar la atención y provocar un poquito de controversia (en la sala Bagdad de Barcelona hace años que se le han adelantado).
Y poco más hay que decir. "Clerks 2" supone un cobarde y poco original regreso a los orígenes por parte de Kevin Smith, que lejos de hacer una reflexión de su carrera, incide en lo peor de ella para divertimento de sus legiones de seguidores incondicionales, que a buen seguro disfrutaron muchísimo de esta peli. Yo, la verdad, es que no, pero no importa, porque hace tiempo que sé que las películas de Kevin Smith son chistes privados para sus fans.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de mingchen.

Ghoulies 2

Ghoulies 2 (Ghoulies 2, 1987, USA)
Dirección: Albert Band
Productora: Empire Pictures (que dios nos coja confesaos)
Guión: Dennis Paoli y Charlie Dolan, basado en los personajes creados por Luca Bercovici
Música: Fuzzbee Morse
Fotografía: Sergio Salvati
Género: En inglés culto, "Tiny Bastard Monsters", o sea, monstruitos cabrones e joputas
Intérpretes: Damon Martin, Royal Dano, Phil Fondacaro, J. Downing
Sinopsis: Un sacerdote viejuno les quita a tres nazarenos satánicos una bolsa llena de Ghoulies, esto es, unos duendecillos bastardos más malos que un dolor en las gónadas. Los bichos se cargan al sacerdote sin ningún problema y después se cuelan en un camión que transporta una atracción de feria llamada "La Guarida de Satán" y claro, los ghoulies se emocionan porque le recuerda a su casa en el infierno. Los propietarios de la atracción son un viejo mago curda, su sobrino post-adolescente y un señor enanito que se sabe las obras completas de William Shakespeare y los tres son mu amigos pero no ven un dollar desde hace tiempo. Pues bien, la trupe llega a una feria e instalan su atracción, pero de pronto aparece el propietario cabrón y les dice que o aumentan la recaudación de taquilla o a la puta calle. Como su atracción es más bien mierdosa, los tres ya se ven en la cola del paro, pero que no panda el cúnico que los ghoulies van a animar el espectáculo con sus payasadas sangrientas y, de paso, se meterán en el WC para cogerte de los huevecillos (pero de buen rollo).

Tras el éxito inesperado de la divertida y resultona "Ghoulies" (Luca Bercovicci, 1985), la productora Empire, famosa por sus producciones serie Z cutre-lux, no dejó escapar la oportunidad de crear una franquicia y forrarse de billetes exprimiendo el punto fuerte de la primera parte, esto es, los primos pobres de los guiñoles de Frank Oz, esos encantadores monstruitos que se nota a la legua que son marionetas (y bastante malas, por cierto) pero como son muy gamberros y divertidos, se lo perdonamos todo. Pero si en la película de Bercovicci los Ghoulies eran un mero elemento adicional del argumento y los verdaderos protagonistas eran el brujo-mihura y su hijo bellotero practicando magia negra, en "Ghoulies 2" Empire dijo "¿no querías caldo? ¡pues toma dos tazas!" y los supervillanos de la película son única y exclusivamente los Ghoulies, que se dedican a putear al personal durante todo el metraje. Pero tampoco exageremos, caramba, que sólo son 5 Ghoulies: el Ghoulie volador, el Ghoulie-Gato, el Ghoulie-narizón, el Ghoulie con chepa y mi favorito, el Ghoulie verde-calvito con afición por los WC. También al final sale un monstruo de tamaño humano y pare usted de contar, que tampoco había dinero para comprar más marionetas. En cuanto a los efectos especiales, pues en la onda de la serie Z, más o menos lamentables pero eficaces y entrañables. Lo más destacable es que por fin vemos a los Ghoulies caminar con sus patitas, en un ejercicio de stop-motion plan Harryhausen que canta más que Carusso. Y poco más, alguna explosión, algún electrocutamiento y sacabó. O sea, que no esperes ver unas batallas mágicas del copón ni rayos de color azul y rojo como en la primera parte. El tema de la brujería queda relegado a un segundo plano en esta secuela, tomando mayor importancia las relaciones humanas de los protagonistas del film, un grupo de feriantes sin dinero pero con mucha dignidad y compañerismo dispuestos a enfrentarse a un empresario sin escrúpulos para defender su estilo de vida comunitario, solidario y artístico. Este enfoque del argumento a nivel humano queda muy bonito pero a nivel terrorífico puede aburrir a más de uno, sobre todo si lo que quiere es ver a bichos matando a gente y no a unos pobres hombres a punto de quedarse en el paro (para eso ya están las noticias). No obstante, aunque los personajes son bastante tópicos, no por ello dejan de ser interesantes, como por ejemplo el viejo mago alcohólico, cuyos demonios personales lo atormentan constantemente y necesita beber hasta el agua de los floreros para olvidar. ¿Quizás practicó magia negra de joven y por eso está todo el día bebido? Eso explicaría porqué tiene un libro de brujería en el baúl. Por otro lado está el señor de talla baja interpretado por el actor Phil Fondacaro, cuyo personaje también encierra una historia trágica: el hombre es un gran actor de obras clásicas pero su estatura le condena a trabajar en ferias de mala muerte. Su personaje es divertido (con esa afectación aristocrática) pero también emociona (hay una escena que es de llorar que se te saltan las lágrimas). También destaca el implacable empresario, un guaperas elegante que durante toda su vida siempre se ha salido con la suya porque su padre es rico (tan real como la vida misma) pero como al final obtiene su merecido, nos congratulamos y que le jodan (¿qué le haría el ghoulie para que chillara tanto? ¿una colonoscopia salvaje o un tacto escrotal?). En el lado opuesto del reparto, están los personajes del sobrino y de la bailarina, que no pueden ser más planos y aburridos. Destaca la historia ñoña y melodramática de la funambulista frustrada, que como vio a su hermano pegarse una hostia tiene vértigo crónico pero al final de la peli supera su fobia para subirse en una noria y salvar el mundo. En fin, como ya dije antes, la historia de los ghoulies se ve enriquecida (o lastrada, según se mire) por el tema de la lucha de los feriantes contra el despiadado empresario que quiere cerrar las atracciones que no den dinero, una idea que es muy del gusto del norteamericano medio, ya que la defensa de la pequeña propiedad privada frente a las mega-corporaciones es uno de los pilares que sustentan el sueño americano.
En cuanto al guión, es bastante decente aunque no se libra de unos cuantos diálogos absurdos y ridículos (verbigracia, un tío va y dice entusiasmado: "¡A mí me gustan las ratas!"). El interés no decae porque hay muertos cada x minutos y al final se produce la esperada masacre general, con los Ghoulies cabrones desplegando su salvajismo por toda la feria. No obstante, que nadie espere ver un festival de gore y mutilaciones unánimes, ni mucho menos. La violencia de la película es muy light y las muertes ocurren fuera de plano sin un mísero "Slasher" o acuchillamiento. Además, en toda la película no hay ni una escena de destete y apenas sale una pareja de enamoraos besándose y tocando género. Quizás el objetivo de tanta contención en lo violento y en lo sexual tenía como objetivo atraer a un público tardo-infantil y así ampliar el target de taquilla, que nunca vienen mal unos dólares de más.
En fin, "Ghoulies 2" no defraudará a los seguidores de la primera parte, ya que conserva su espíritu gamberro y puñetero. Aunque posee deficiencias evidentes, la película es resultona y se deja ver, ideal para una sesión doble ochochentera.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de vidgrave.

Pagafantas

Pagafantas (Pagafantas, 2009, España)
Dirección: Borja Cobeaga
Guión: Diego San José y Borja Cobeaga
Género: Comedia romántica peripatética y un pelín absurda
Intérpretes: Gorka Otxoa, Sabrina Garciarena, Kiti Manver, Oscar Ladoire, María Asquerino y un par de Muchachada Nui: Julián López y Ernesto Sevilla
Sinopsis: El argumento es superoriginal: Un tío feucho, entradito en carnes y un pelín friki se enamora de una muchacha guapísima que está muy buena, pero ella sólo lo quiere como amigo del alma. El chaval, lejos de desanimarse, intentará conquistar a la chica por todos los medios humanamente posibles, pero ella ni caso, que la tía no es tonta y le van más los cuerpos danone como el de Michel Brown.

"Pagafantas" es una película como la vida misma: tiene bastantes cosas malas, pero no por ello deja de ser entretenida e interesante, porque hay cosas muy buenas que merecen la pena disfrutar. Tras un corto a sus espaldas ("Éramos pocos"), Borja Cobeaga dirige un film muy irregular donde las virtudes y los defectos del futuro cineasta están a flor de piel, algo totalmente natural, por otra parte, ya que ésta es su ópera prima y en algún lugar tendrá que desfogarse el chacho. Por un lado, tenemos el tema central de la película, un planteamiento argumental que casi nunca se ha tratado en el mundo del cine y la televisión, solamente una o dos millones de veces. Vaale, reconozco que es un tema universal, arquetípico y primigenio del ser humano macho el hecho de babear sentimentalmente por una tía buena y pretender que se fije en nosotros a nivel sexual haciéndonos su amigo. Vaale, reconozco que es una historia con la que es fácil indentificarse (sobretodo los frikis como nosotros) y, Vaale, reconozco que lo que importa es el desarrollo de la trama y no el punto de partida. Pero lo que no Vaale es la repetición Ad Infinitum de una serie de esquemas del cine estadounidense puramente comercial, donde al espectador se le muestra de antemano el caminito lerén para que no se pierda en disquisiciones morales ni conceptuales. O sea: "la película va de esto. Sabes cual es el planteamiento, cual es el nudo y cual es el (posible) desenlace, así que no te comas mucho la olla, que esto es para reir y comer palomitas". Hombre, a mí me gusta mucho reír y comer palomitas, pero también darle al coco de vez en cuando y que no me lo den todo hecho. Por todo esto, el hilo argumental es poco original y previsible, siguiendo fielmente la fórmula de la coca-cola en cuanto a comedia romántica patética se refiere.
El desarrollo de los personajes tampoco es que sea muy brillante precisamente. A excepción del protagonista Gorka Otxoa y del genial y poco prodigado Óscar Ladoire, el resto de los personajes tiene la profundidad de la piscina de los niño chicos. Vale, que esto no es Hamlet ni una película de Chuck Norris, donde el noúmeno de los seres humanos es fundamental, pero ¡Leches! un poquito más de información. Por ejemplo, la protagonista femenina, interpretada por una deslumbrante Sabrina Garciarena, que no niego que el personaje es una monería de muchacha pero, a parte de que es muy extrovertida, le gustan héroes del silencio y que quiere ser peluquera ¿qué más sabemos de ella? ¿Cuáles son sus deseos, sus miedos, sus anhelos y todo ese rollo? Resulta evidente por qué Chema se ha quedado prendado de ella (la tía está muy buena y pertenece a un mundo más alocado y espontáneo que el suyo) pero si el espectador quiere empatizar con la muchacha, el director tiene que darnos algo más que escenas de cama enseñando cacha o imitaciones horribles del acento vasco (Sabrina, de todo corazón, practica ese acento euskera porque te sale un poquito mal, concretamente como el culo). No hubiera quedado nada mal alguna escena intimista de los dos hablando, demostrando ella que es tan guapa por dentro como por fuera. Otro personaje bastante infrautilizado es el de Kiti Manver, que queda como ama de casa y madre en la vida bastante sabia pero sin chicha ni limoná, simplemente un personaje complementario que orbita en torno a Borja o al "tito". Y hablando de estas dos joyas, son los personajes mejor desarrollados de la historia, quizás porque la peli puede ser bastante autobiográfica. Para empezar, ambos son muy cobardes, llegando a unos límites de patetismo increíbles. Prefieren amar melancólica y nostálgicamente a una persona es lugar de cogerla por la cintura y decirle: "Nena, tú me gustas mucho, ¿el sentimiento es recíproco?". El personaje de Gorka Otxoa está en una edad en la que la sociedad le empuja a vestirse con las ropas de la presunta madurez, esto es, casarse, tener hijos, pagar una hipoteca y convertirse en su padre. Borja se resiste, corta con la novia de toda la vida y va en busca de algo "mejor", sin comprender que su problema no es encontrar a la mujer ideal sino cambiar el enfoque de su vida. El personaje de Óscar Ladoire está genial en su profundo patetismo y resignación, dándole a su personaje los toques justos de angustia y esperanza por conseguir el amor deseado. También es muy entrañable la relación que tiene con Chema, de lealtad absoluta y apoyo incondicional, como si fuera su propio hijo. Por todo esto, ambos personajes se merecen un 10. El resto, un aprobado por los pelos (excepto Sabrina, of course, que a nivel físico se merece un 11,5).
Lo mejor de la película es esa intención fresca y original de darle al film un toque absurdo, delirante y esperpéntico que rompa los límites de lo convencional y le dé más gracia y salero a un argumento sobado hasta la náusea. Para empezar, tenemos ese "diccionario para perdedores" con imágenes de falso documental que interrumpen convenientemente el desarrollo de la película para aclararnos una serie de dudas filológicas: "hacer la cobra", "el abrazo del Koala", "La postura del Lemur" o el propio título, "Pagafantas" son perfectamente definidos con mucho desparpajo y mala uva, en un ejercicio sano y sádico de autoflagelo por parte del director y de muchos de los espectadores. Después tenemos un montón de momentos divertidísimos, como la persecución de la moto, el botellazo en la discoteca, los dos cumpleaños de Chema o la surrealista escena en la que la estoica María Asquerino está en ese siniestro pasillo, sacado de "El resplandor" de Kubrik, y suelta sus perlas de sabiduría. El problema es que son "momentos", es decir, escenas aisladas que enriquecen la trama pero que no forman parte de ella. Son como pequeños gags o chistes surrealistas y absurdos que jalonan la historia de Chema y Claudia, pero sin una verdadera sustancia ulterior que les dé base y contenido argumental. Eso sí, te partes la caja de risa.
Otro aspecto a destacar es la ausencia de sexo explícito, es decir, a ninguna mujer se le ven las tetas (a diferencia del 99% de la comedia cafre española), lo cual también supone un soplo de aire fresco, porque unas tetas de vez en cuando y si el argumento lo requiere están bien, pero poner tetas porque sí, al final cansa.
Los diálogos están bien, en la línea de la comedia costumbrista juvenil de las series españolas de televisión, con un tono ágil y desenfadado, aunque sin buscar el chiste fácil cada 30 segundos. ¿Diálogos chispeantes? bueno, si metes los dedos en el enchufe mientras ves la peli, pues sí.
En cuanto al final del la película, sin ser realista, tampoco es el esperado (o sea, que la muchacha de pronto se da cuanta que está enamorado de su amigo del alma y practican el coito). La trama queda inconclusa, lo cual favorece la realización de una segunda parte (y tanto las buenas críticas que ha cosechado la peli como su potente recaudación en taquilla favorecen el negocio).
Por último, señalar un dato friki que si no lo digo reviento: en una de las escenas, Chema está viendo por televisión la genial película de Pedro Temboury "Karate a muerte en Torremolinos", con Jocántaro comiéndose a un turista desprevenido y el profesor Malvedades refocilándose por ello.
En fin, a pesar de sus errores y su espíritu intrascendente de comedia juvenil, "Pagafantas" es una película que merece la pena ver, por interesante y cachonda, y sobre todo porque su director, Borja Cobeaga, se revela en ella como un director con mucho potencial y posible referente del futuro cinematográfico aspañol.
Aquí os dejo el trailer de la película del canal de You Tube películapagafantas.

monstruo del armario, El

El monstruo del armario (Monster in the closet, 1986, USA)
Dirección: Bob Dahlin
Productora: la inefable Troma, así que átense los machos
Guión: Bob Dahlin
Género: Monstruos dimensionales gayers serie Z
Intérpretes: Donald Grant, Denise Dubarry, Claude Akins, Howard Duff, John Carradine
Sinopsis: ¿Qué tienen en común una muchacha voluptuosa, un invidente con malas pulgas y una niña repelente? ¡Que los tres han sido descuartizados en el armario de su casa! El responsable es un monstruo de otra dimensión con aficiones musicales que le ha dado por hacernos una serie de visitas desinteresadas a través de los armarios particulares de las casas de los Estados Unidos de América. Mientras la comunidad científica quiere contactar con el monstruo porque piensan que es una criatura inteligente, al ejército le basta y le sobra con dejarlo bien muerto. Pero la solución al problema la tiene un periodista llamado Clark y su cara bonita.

Troma, la compañía norteamericana de producción y distribución de cine independiente de bajo presupuesto, es sinónimo de humor chusco y absurdo, tías pechugonas en pelotas, gore vergonzante y poco creíble, violencia surrealista y pasada de rosca, presupuesto inexistente para pipas, fallos de raccord continuos y, en resumidas cuentas, cutrez generalizada. Por eso, la moderada e inesperada calidad de "El monstruo del armario" es una agradable sorpresa dentro del submundo Z en el que se mueve la Troma habitualmente. De todas formas, no nos engañemos, la peli es Troma cien por cien, con su humor cafre y chistes malos, con sus efectos especiales malísimos, con escenas llenas de errores (aunque muchas veces está hecho a propósito) y con la típica escena de despelote de la rubia ex-playmate en la ducha (que ya vimos y sufrimos en "Masacre en la isla de los zombies"). No obstante, a pesar de todo, la calidad del film no es tan mala, siendo correcta en su conjunto dentro de los límites de una película de humor con tintes absurdos, que homenajea-parodia-satiriza las películas de terror y ciencia-ficción norteamericanas de los años 50, con sus científicos locos y sus militares prepotentes.
La película es entretenida y divertida (aunque algunos chistes son como una patada en los testículos), el ritmo de la trama no decae en ningún momento y los efectos especiales entran dentro de lo aceptable. Los actores interpretan unos papeles grotescos e histriónicos, parodias de arquetipos clásicos del cine de terror, destacando el general irreflexivo y el científico con el xilófono de los cojones (cuyas notas nos pueden recordar a las de Steven Spielberg en "Encuentros en la tercera fase"). También llama la atención el periodista llamado Clark, parodia de Clark Kent, alias Superman, con coña marinera con el tema de las gafas incluida. Aunque el auténtico protagonista del film es el tío que va disfrazado de monstruo del armario, que tuvo que pasar un calor que no veas, y aunque se note a la legua que es un muñeco de gomaespuma, da el pego bastante y no desentona con el tono anormal del film. Mención especial merece el final de la película, completamente absurdo y cogido por los pelos, pero también muy divertido y entrañable, siendo tierno, trágico y estúpido a la vez.
En fin, "El monstruo del armario"es una película curiosa y entretenida, de lo mejorcito de la Troma (lo cual tampoco es decir mucho, la verdad...)
Aquí os dejo el trailer de la película, cortesía de KeSci.

Una de zombis

Una de zombis (Una de zombis, 2003, España)
Dirección: Miguel Ángel Lamata
Guión: Miguel Ángel Lamata y Aijón
Género: Acción, zombis y fantasmadas varias
Intérpretes: Miguel Aparicio, Aijón, Mayte Navales, Marianico el Corto y Santiago Segura
Sinopsis: Eeeeeh...el guión es una tarantinada, así que tiene flashbacks, flashforwards, sueños, imaginaciones y un señor de Albacete que pasaba por ahí. Por lo visto dos frikis impresentables quieren hacer una película pero como no tienen ni un duro tendrán que hacer encajes de bollillo para sacar su proyecto adelante. Por el camino se meterán de lleno en una batalla contra una secta satánica, "los anticristos", que en realidad son muertos vivientes resucitados por un doctor maléfico que quiere dominar el mundo (of course).

"Una de zombis" es una película con muy buenas intenciones pero más mala que un dolor. A pesar de los dinerus invertidos en el proyecto (que no fueron pocos, de la mano de Santiago Segura Superestar) el film tiene una atmósfera de película amateur que tira de espaldas, tanto por los actores, como por el guión, como por la puesta en escena vacía. El guión es la típica historia de director-guionista primerizo: la historia de cómo hacer una película, aportando muchos datos biográficos carentes de interés que obedecen más al auto-placer que a contar una buena historia. Las escenas de acción son cortinas de humo, muy espectaculares, eso sí, pero vacías de contenido y que no aportan nada significativo a la trama, sólo unos fuegos de artificio y poco más. La estructura del guión pretende ser la caña de España en originalidad, muy influenciado por Tarantino y por M. Night Shyamalan (el del sexto sentido), pero en realidad no da ni frío ni calor, más que nada porque no tiene coherencia ninguna y utilizan el recurso fácil de mezclar realidad y ficción cuando más les conviene, buscando el golpe de efecto. También es irritante la necesidad de hacer un chiste o gracieta cada 10 segundos (¡dios mío! ¡En eso me parezco!), porque algunos están bien y son graciosos (como lo del gato cocainómano) pero la mayoría no tiene ni puta gracia, revelando una diarrea verborreica de Lamata y Aijón que resulta bastante molesta tras los cinco primeros minutos de película. En cuanto a la trama, en lugar de "Una de zombis" tendrían que haberla llamado "Una de fantasmas" porque en la peli hay mucho fantasmerío, sobre todo con el personaje de El Duende, supuestamente un guerrero to guay pero que en el fondo da bastante vergüencita ajena con todas las gilipolleces que dice tratando de hacerse el interesante. Sigamos dando cera, esta vez con los actores, pésimos la mayoría de ellos, sin duda colegas de director que en su día le hicieron un favor participando en alguno de sus cortos y como en esta vida es de bien nacidos se agradecidos les ha dado un papel en la película. Existe otro subgrupo de actores denominados "famosetes", humoristas y gente popular de la tele (entre otros, el gran Tristanbraker, el cazafantasmas de "Al Ataque), que hacen cameos al más puro estilo "Torrente", a cambio probablemente de un jamón. El único actor que merece la pena es el humorista Miguel Ángel Tirado Vinués, alias Marianico el Corto, no sólo porque borda su papel de padre resignado-cabreado, sino porque es el único en la película que sabe actuar.
En fin, un horror de película, en el mal sentido de la palabra. Para olvidar.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de gabravo.

Más vampiros en la Habana

Más vampiros en la Habana (Más vampiros en la Habana, 2003, Cuba)
Dirección: Juan Padrón
Guión: Juan Padrón y Senel Paz
Música: Robert Egües
Género: Vampiros animados y sexualmente activos
Intérpretes: las voces de los dibujos las ponen Frank González, Irela Bravo, Manuel Marín, Mirella Guillot, Teresita Rúa, Rigoberto Ferrera, Luis Alberto García y Jorge Perugorría
Sinopsis: 10 años después de la primera parte, Pepe y Lola están casados y tienen un niño al que le gusta el tema del vampirismo más que a un tonto un lápiz, ante el horror de su padre, que quiere alejar a su hijo de todas esas movidas paranormales. No obstante, el niño ni caso, llegando incluso a contactar vía espíritu con las cenizas de su tío abuelo, el científico Von Drácula, creador del Vampisol y de su variante superpoderosa: el vampiyaba, con la capacidad de transformar a los humanos en demonios alados. Pues bien, de este dato se enteran todas las superpotencias, que en ese momento están dándose por culo con la Segunda Guerra Mundial y deciden mandar a sus espías para conseguir la fórmula del vampiyaba. No obstante, con todo el ambiente caribeño, los espías optarán por arrimar cebolleta sexualmente hablando.

Lo bueno se hace esperar y tras 16 años desde la realización de la genial "Vampiros en la Habana", el dibujante cubano Juan Padrón llevó a cabo la ansiada segunda parte de tan divertido y vitalista film, sin decepcionar a los numerosos fans que esperábamos esta secuela como agua de mayo. Afortunadamente Juan Padrón se mantiene fiel a su estilo y vuelve a ofrecernos una historia cachondísima y canalla, llena de ironía y momentos delirantes plasmados con el personalísimo estilo del autor, pero esta vez acompañado con las nuevas tecnologías, hombre ya, que estamos en el siglo veintiuno. Esto se puede ver en las numerosas escenas de acción que tiene el film, muchas más que la primera parte, que van desde una batalla con tanques en el frente soviético hasta las típicas escenas de tiros y metralletas, sin olvidar aviones, submarinos y bombacas. La peli tiene incluso momentos del cómic de superhéroes, como esa pedazo de batalla a hostia limpia entre Pepe y el vampiro Nazi, propia de un tebeo del increíble Hulk. Pero lo mejor del film es, como no, el genial humor que destilan los personajes y las situaciones, derrochando humor, erotismo, arte y salero.
En fin, que en este caso no se confirma la regla de "segundas partes nunca fueron buenas". Al contrario, "Más vampiros en la Habana" conserva la esencia de la primera parte con el añadido de las nuevas tecnologías enriqueciendo la animación. Y lo mejor de todo es que se mantiene el mensaje vitalista: "¡A vivir que son dos días! (pero sin renunciar a nuestros principios)"
Aquí os dejo un video de la película, cortesía de CubaCineOnline.Com


Supersonic man

Supersonic man (Supersonic man, 1979, Española seguro que es, pero en algunos lados dicen que es una coproducción con Italia, aunque los italianos lo desmienten vehementemente)
Dirección: Juan Piquer Simón
Guión: Juan Piquer Simón y Sebastián Moi
Género: Super-héroes y ciencia-ficción cutre-casposa serie Z o peor
Intérpretes: Antonio Catanfora, Cameron Mitchell, Diana Polakov, José María Caffarel
Sinopsis: Un científico malvado líder de una organización criminal del copón rapta a un profesor para sonsacar sus conocimientos y así dominar el mundo. No obstante, allí está Supersonic Man, un superhéroe del espacio exterior que habita entre nosotros de incógnito y que ese día estaba viendo la tele por casualidad y vio la noticia del secuestro y también vio a la hija del profesor, que no estaba nada mal, y así decidió pronunciar las palabras mágicas "¡Que la fuerza de las galaxias sea conmigo!" y convertirse en...¡Su-per-so-nic-man! ¡I-wa-nna-be!

Atención, pregunta: ¿a quién se le ocurriría hacer una mezcla de Superman, Star Wars y la peor película de James Bond? ¡Es evidente! ¡A un español, con dos cojones! Juan Piquer Simón sin pelos en la lengua decidió mezclar los hits parades del cine de la época (esto es, la peli de Richard Donnell y la de George Lucas) e intentar dar el pelotazo en Estados Unidos. Y desde luego el pelotazo sí que lo dio...en los ojos de los espectadores al ver este engendro del oportunismo, otra afrenta al nuevo mundo que ni lo de Hernán Cortés, oiga. Aunque el director crea una atmósfera cómica que está presente a lo largo del film, paradójicamente lo que hace más gracia son las cosas que en teoría van en serio. Para empezar está el protagonista: un hortera bigotudo que presionando un botón de su reloj casio digital se transforma en un superhéroe de piel azul que convierte las pistolas en plátanos, puede andar como si llevase patines, levanta apisonadoras de cartón piedra y es capaz de volar con unos cromas horribles de la ciudad de Nueva York al fondo. Los malos también son para enseñarlos, con un mad doctor histriónico total que no para de decir majaderías plan Julio César y que su mejor arma es un Robot-tostadora lanzafuego con menos movilidad que un gato de escayola y que su ejército está formado por esbirros con casco de guardia urbano y mallas de color del parchís. La supertecnológica base de los malos es en realidad la Central térmica de Aceca, en Villaseca de la Sagra, Toledo, y el día que hicieron la película, los de Hobbymodelismo se pusieron contentos, porque Juan Piquer Simón les compró todas las maquetas de la tienda, que cantan más que los tres tenores. En fin, "Supersonic man" es una película donde todo chirría bastante (los actores, el doblaje, el vestuario, los decorados, los diálogos, los "efectos especiales") quedando todo más falso que una moneda con tres caras.
Resumiendo: como película es un engendro que no hay por dónde cogerlo, pero si quieres echarte unas risas con tus amigos, esta película es genial.
No obstante, Juan Piquer Simón no tiró la toalla y siguió rodando para el mercado americano, consiguiendo otra obra cumbre del frikismo del terror titulada "Mil gritos tiene la noche". Casi nada.
Aquí os dejo el trailer de Supersonic Man, cortesía de JohnnySalamander.

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Y aquí os dejo el tema central de la película, pegadizo y molón como él solo, cortesía de Vapourtrails.

sheriff y el pequeño extraterrestre, El


El sheriff y el pequeño extraterrestre (Uno Sceriffo extraterrestre: poco extra e molto terrestre, 1979, ITA)
Director:
Michele Lupo
Guión:
Marcello Fondato y Francesco Scardamaglia
Música:
Guido De Angelis y Maurizio De Angelis
Género:
Comedia de mamporros y ciencia-ficción
Intérpretes:
El gran Bud Spencer y Cary Guffey (el niño de "Encuentros en la tercera fase")
Sinopsis:
H-7-25 es un niño extraterrestre que decide darse una vuelta por la Tierra, más que nada para fastidiar y hacer travesuras, y aterriza en un pueblo americano donde el sheriff es Bud Spencer. El ejército también se ha coscado del encuentro en la tercera fase y tiene planeado atrapar al niño para quedarse con su maquinita de colores, que lo mismo sirve para mover objetos como para hablar con los caballos. Pues bien, Bud Spencer dice que nones, que el niño tiene que volver con sus padres extraterráqueos, y aquí se lía la marimorena.

"El sheriff y el pequeño extraterrestre" es una de las mejores películas en solitario de Bud Spencer. Surgida a raíz del éxito de "Encuentros en la tercera fase" de Spielberg, esta película es divertidísima, entretenimiento sin complicaciones y lleno de chistes malos que te hacen sonreir. Fue un éxito en la España del videoclub en los años 80 y reconozco que hay dos momentos en la película que se me caen dos lagrimones como dos soles, y todo por culpa de la magnífica banda sonora de Guido y Maurizio de Angelis, que te emociona y te dan ganas de llorar.
Gran película. Y tiene segunda parte.
Aquí os dejo un video hecho con estas manitas.

Vampiros en la Habana



Vampiros en la Habana (Vampiros en la Habana, 1985, Cuba, España y República Democrática Alemana)
Dirección: Juan Padrón
Guión: Juan Padrón y Ernesto Padrón
Música: Rembert Egües y Arturo Sandoval
Género: Vampiros revolucionarios animados
Sinopsis: Cuba, años 30. En mitad del levantamiento revolucionario contra Gerardo Machado, Pepito es un chaval al que le gusta la libertad, la música y las tías buenas y mientras toca la trompeta y se liga a las muchachas, es miembro de un grupo revolucionario que lucha contra el tirano. Lo que no sabe Pepito es que en realidad es un vampiro y que, desde que era chiquitito, su tío, también vampiro, le ha estado suministrando un antídoto para que la luz del sol no le afecte. Como el invento es tan cojonudo, los vampiros de todo el mundo están interesados en él, en concreto "Grupo Vampiro", que son unos vampiros europeos que quieren la fórmula para verderla y así sacar beneficio económico de ella. Por otra parte, está la "Capa nostra", unos vampiros mafiosos norteamericanos que quieren destruir la fórmula porque si no su negocio de playas subterráneas se jodería. El problema está en que el tito de Pepito quiere difundir la fórmula gratuitamente, y aquí es cuando se lía el pitote.

"Vampiros en la Habana" es una divertidísima película de dibujos animados realizada por el dibujante cubano Juan Padrón, el cual, con su trazo irregular y vivo, otorga a sus personajes mucha personalidad y frescura, a tono con una historia delirante, gamberra y con un poco de contenido social. El personaje de Pepito encarna el vitalismo y la independencia del pueblo, su deseo de libertad y también sus ganas de pasárselo bien (que lo uno no quita lo otro). Pero ante todo, esta película es una obra maestra de entretenimiento y humor que, para nuestro disfrute, tiene una segunda parte llamada "Más vampiros en la Habana". Ni se os ocurra perdérosla.
Aquí os dejo los primeros 10 minutos del film, por cortesía de pje2001.