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libro de piedra, El

El libro de piedra (El libro de piedra, 1968, México)
Dirección: Carlos Enrique Taboada
Productora: Producciones AGSA
Guión: Carlos Enrique Taboada
Música: Raúl Lavista
Fotografía: Ignacio Torres
Género: Versión fantasmal de los niños cantores de Viena, con el libro gordo de Petete debajo del brazo. También hay algo de magia negra y lagartos resucitados
Intérpretes: Marga López (la institutriz que es igualita a Sherlock Holmes porque lo descubre todo), Joaquín Cordero (el padre millonario más serio que un sobre de Hacienda), Norma Lazareno (¡Nuestra querida Kitty, la estudiante exhibicionista! que aquí interpreta a una madrastra y sufridora en la vida, con más miedo que un perrito chico), Aldo Monti (el padrino pintor, bohemio, vividor y que maneja fatal, sobretodo cuando lo asustan), Lucy Buj (la niña con más peligro que una caja bombas)
Sinopsis: Julia Septién es una institutriz muy buena persona contratada por un millonario para que le cuide a su hija Silvia, que por lo visto la pobre sufrió un ataque de meningitis y se quedó un poquito trastornada de la cabeza. La niña sólo tiene dos amigos: un cacho lagarto así de grande y un niño llamado Hugo, que por lo visto es una estatua del jardín, esculpida en piedra en un pueblecito austriaco durante la Edad Media. Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí pongo la foto del monumento:


Dos cosas se pueden apreciar de la imagen adyacente. Una: que el niño tiene una sonrisa de cabrón que tira de espaldas; y dos: que en las manos tiene un tocho de libro que o bien es un cómic de Spirou y Fantasio o bien es un libro de magia negra y el nene está planeando alguna maldad. Pues más bien lo segundo, porque la niña se pasa todo el día diciendo que Hugo va a visitarla y que juega con ella a subirse a los tejados de los campanarios, a hacerle vudú a la madrastra o a resucitar lagartos difuntos. Nadie la cree, of course, pero cuando empiezan a aparecer los primeros muertos, todos se acuerdan de Hugo y de la santa madre que lo parió.

Tras el mega-éxito de "Hasta el viento tiene miedo", Carlos Enrique Taboada prosiguió su tarea de enriquecer el cine fantástico mejicano con otra película de terror y fantasmas, dándole una vuelta de tuerca (y nunca mejor dicho) al género de las almas en pena añadiendo un factor nuevo y siniestro: el mundo infantil y su crueldad inherente. Tomando como inspiración la novela de Henry James "The turn of the screw", pero despojándolo de su contenido sexual, Carlos Enrique Taboada estructura un relato trágico y macabro donde los niños son víctimas de la ambición, incomprensión e insensatez de los adultos. No obstante, gracias a una retorcida justicia poética, las víctimas se convertirán en verdugos, movidos por la crueldad y el odio hacia los vivos.
En el reparto del film repiten dos actrices que ya aparecieron en "Hasta el viento tiene miedo" pero en unos registros completamente diferentes. Por un lado tenemos a Marga López, la inflexible y castrante autoridad del internado femenino que en esta ocasión interpreta a un personaje lleno de bondad, ternura y comprensión, la institutriz de Silvia, una mujer que posee una comunicación especial con los niños debido a que ella misma sufrió una experiencia traumática con su propia hija (que aunque en la película no lo aclaran, por lo visto a su niña también le faltaba un hervor y la encerraron en un manicomio, con la posterior muerte de la chiquilla). Julia es la amiga y confidente de Silvia, y aunque en un principio sufrirá las iras de Hugo, el chavea decide perdonarla en deferencia a Silvia. Uno de los momentos más importantes de la película es cuando Julia ve por primera vez la estatua de Hugo: Carlos Enrique Taboada resuelve la escena con unos primeros planos consecutivos y rápidos de la estatua y Marga López, en la que la mujer, poco a poco, se siente seducida y hechizada por la estatua, esbozando una sonrisa cómplice y aportando a la escena mucha ambigüedad y extrañeza. Resumiendo: la convincente interpretación de Marga López demuestra la variedad de registro de esta estupenda actriz. Por otro lado, tenemos a Norma Lazareno, nuestra desvergonzada Kitty de "Hasta el viento tiene miedo", que aquí interpreta a la madrastra de la niña Silvia. Para empezar, señalar que en esta ocasión tiene un mejor estilismo y su peinado la favorece mucho ya que parece incluso más joven que cuando tuvo que interpretar a la estudiante casquivana el año anterior. Su personaje es muy ambivalente, porque por un lado tiene más miedo que un perrito chico y Hugo cabrón la putea cosa mala durante toda la película, lo cual inspira mucha lástima en el espectador; pero por otro lado, sobre todo al final del film, motivada por el miedo, la madrastra se convierte en un bicho malo que intenta subyugar a la niña por la fuerza, entre otros motivos para que Silvia la tome en serio y deje de asustarla con el Hugo de los cojones. Con el cromosoma XY, tenemos al millonario padre de la niña, que representa la autoridad y la inflexible racionalidad (y que al final desencadenará la tragedia) y el padrino, un pintor bohemio chulo-putis, que tomará partido por ambos bandos y al final se llevará palos de todo el mundo. Por último, Lucy Buj interpreta a Silvia, la niña hechizada, aportando a su personaje el grado justo de inocencia y desamparo (a fin de cuentas, la pobre está bajo el embrujo de Hugo y no puede vivir una infancia normal) pero también de crueldad y refinada maldad (dando matarile a todo lo que le molesta, ya sea animal, vegetal o mineral). También la niña es un rato pava, pero en fin, está en la edad.
Pero no nos engañemos, el que corta el bacalao en la película es Hugo, que con su presencia invisible y ominosa, tiene a todo el mundo acojonadito, y a pesar de que su trágica historia inspira lástima, el niño es un egoísta y hará todo lo posible para que no le aparten de su vera a la niña, su única amiga en varios siglos. No obstante, podemos sacar otra lectura, más siniestra y cruel, donde las acciones de Hugo están encaminadas a la consecución del terrible y alucinante desenlace, obra maestra de Carlos Enrique Taboada y que deja al espectador angustiado y con un mal cuerpo a nivel general. Por cierto, Hugo sólo sale dos veces en la peli, pero cuando aparece, es para cagarse vivo del miedo que da.
A nivel técnico, qué te voy a contar, pues que la película se hizo con pocos medios y en un tiempo record (algo habitual por aquel entonces) y que en ocasiones esta precariedad se nota en las localizaciones y en el abuso de diálogos melodramáticos. Pero pasando por alto este detalle, la película tiene de todo: muchos momentos de angustia, miedito, suspense e incluso acción, con rescate de la niña in extremis del techo de una iglesia.
"El libro de piedra" es una gran película de fantasmas que nada tiene que envidiar a su predecesora, ya que su atmósfera, su puesta en escena y su ritmo narrativo es similar a la de "Hasta el viento tiene miedo" pero en esta ocasión "Carlos Enrique Taboada" cuenta una historia completamente diferente, con mucha miga, mucho susto, mucha brujería y con un final para no olvidar.
Por cierto, la tetralogía de fantasmas del director se completa con "Más negro que la noche" (el gato Becquer vs. cuatro mozas jamonas) y "Veneno para las Hadas" (el mundo infantil bajo un prisma de fantasía, miedo y superstición).
Postdata: en el año 2009, Julio César Estrada hizo un remake de la película, por lo cual fue objeto de las iras de los fans incondicionales del film original. Más o menos lo mismo que le pasó a Gustavo Moheno cuando hizo el remake de "Hasta el viento tiene miedo". Pobrecicos, los frikis no tenemos piedad.
Aquí os dejo una escena de la película, cortesía de ecastillo90125.


Y como en toda buena película de terror, la música es un elemento fundamental para aconjonar al respetable público y en "El libro de piedra" el gran trabajo de Raúl Lavista aporta a la historia un toque bucólico, infantil y siniestro. Y para muestra, un video de You Tube cortesía de TheRrrodrigo

Más negro que la noche

Más negro que la noche (Más negro que la noche, 1975, México)
Dirección: Carlos Enrique Taboada
Guión: Carlos Enrique Taboada
Género: Fantasmas de la tercera edad amante de los felinos
Intérpretes: Claudia Islas, Alicia Palacios, Susana Dosamantes, Helena Rojo, Lucía Méndez
Sinopsis: Una muchacha hereda una pedazo mansión que por lo visto era de una tía suya, muy buena ella (aunque un poquito rencorosa) que se había muerto de un patatús. En el testamento dice que la casa es toda entera para la sobrina, pero con una condición: que cuide del gato de la difunta anciana, que se llama Becquer y es de color super-negro. La sobrina acepta el trato y se muda a la mansión con tres amigas casquivanas y allí viven a cuerpo de reina. No obstante, a los pocos días, el gato aparece muerto en el sótano, desencadenando un problema de tres pares de cojones con el más allá...
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Sinceramente, nadie cuenta una historia de fantasmas tan bien como Carlos Enrique Taboada, un genio del cine de terror mejicano (muy querido por sus compatriotas) que con sólo cuatro películas ("Hasta el viento tiene miedo", "El libro de piedra", "Veneno para las hadas" y esta que estoy comentando ahora) demostró que nada tenía que envidiar a los grandes directores del género del mundo, y esta película es un ejemplo de ello. La mayor virtud de "Más negro que la noche" es su sencillez, su claridad expositiva que se aleja de los giros de guión imposibles y de la vacuidad argumental, centrándose en la atmósfera opresiva del caserón vetusto y, sobre todo, en su contraste con la juventud desbordante e jincable de las cuatro muchachas que habitan la mansión, una juventud llena de pasión y alegría que poco a poco se va consumiendo ante la presencia ominiosa del espíritu vengador que se caga en las muelas de las culpables de la muerte del gato y que se va vengando una por una sin piedad ni compasión, sin posibilidad de escape o redención, como toda buena maldición decimonónica que se precie.
Destaca la actuación de Alicia Palacios en su papel de ama de llaves severa pero buena en el fondo, que se debate entre la fidelidad hacia su antigua ama y la compasión que siente por las muchachas y su futuro incierto.
También destaca la poca ropa que llevan las muchachas y sobretodo esos inocentes primeros planos del culamen de las actrices cuando se agachan para coger cualquier cosa del suelo (que conste que no me quejo).
Lo dicho: "Más negro que la noche" es una gran película de fantasmas al estilo tradicional, entrañable y espeluznante a partes iguales, que lo mismo te ríes como que se te pone la carne de gallina.
En cuanto a los videos, aquí os dejo el comienzo de la peli, cortesía de roysman2000.



También os dejo una de mis escenas favoritas, cortesía de trentolino.



Hasta el viento tiene miedo


Hasta el viento tiene miedo (Hasta el viento tiene miedo, 1967, México)
Dirección: Carlos Enrique Taboada
Guión: Carlos Enrique Taboada
Género: Fantasmas de ultratumba (¿de dónde si no?) y sexualidad reprimida
Intérpretes: Marga López (la directora mala), Maricruz Olivier (la profe buena), Alicia Bonet (se pasa la mitad de la película poseída por una fantasma) y Norma Lazareno (interpretando a Kitty, la estudiante exhibicionista que a la mínima te monta una orgía como en París)
Sinopsis: Claudia es una muchacha muy linda que estudia en un internado para jovencitas bien. De día mueve las cejas sin parar; de noche tiene unos sueños un tanto curiosos: una voz misteriosa de mujer la llama y cuando Claudia va a ver quién es, se encuentra a otra estudiante ahorcada con la lengua fuera. Con tanta pesadilla, Claudia está malita de los nervios y no tiene cuerpo para estudiar pero la directora no se cree el cuento y la castiga a ella y a sus amigas a quedarse en el internado por vacaciones. Pues bien, en esas vacaciones, a las muchachas se les presentará el fantasma de Andrea, una antigua estudiante que se colgó del techo porque la directora la reprimía intelectual y sexualmente con tanta disciplina. Las muchachas, para quitarse el susto y relajarse, harán un striptease.

La tetralogía del terror fantasmal mejicano compuesta por el gran director Carlos Enrique Taboada (México D.F. 1929-1997) que incluye "El libro de piedra", "Más negro que la noche" y "Veneno para las hadas" comienza con este film, "Hasta el viento tiene miedo", una gran película de fantasmas en la onda de la literatura anglosajona de terror gótico del siglo XIX. ¿Te gustan los relatos de miedo de Henry James, Robert Louis Stevenson, Mary Shelley o M.R. James? Pues ponte contento, porque Carlos Enrique Taboada consigue plasmar en sus películas la esencia de estos cuentos de susto clásicos donde priman las atmósferas tétricas y siniestras, pero también los momentos poéticos, melancólicos y románticos, todo ello expuesto con una refrescante sencillez argumental pero con una compleja puesta en escena al servicio de la historia y de los personajes. Pero sobre todo destaca la honradez del director, que en ningún momento quiere inventar la rueda ni marearnos con sorpresas inesperadas o piruetas argumentales. La historia que cuenta "Hasta el viento tiene miedo" es sobria, pausada e incluso fácilmente predecible. Es un relato clásico de almas en pena que quieren vengarse de los vivos sí o sí por haberlos fastidiado en vida, imparables en su deseo de venganza hasta haber conseguido sus propósitos de muerte y escarnio. No hay sorpresas ni trucos fáciles o baratos. La trama es sólida, la puesta en escena es interesante y el espectador disfruta de los momentos que tanto le asustaban de pequeño (y de mayor también): una puerta que chirría en la oscuridad, una inesperada luz en la ventana de una torre vieja y abandonada, un susurro desesperado que te llama en mitad de la noche...elementos clásicos y comunes del género de fantasmas que en manos de un buen director siguen siendo eficaces. Y Carlos Enrique Taboada era un buen director.
En cuanto a los personajes de la peli, destacan Marga López (en su papel de inflexible directora más mala que un dolor) y Maricruz Olivier (en su papel de maternal profesora más buena que el pan). En el apartado estudiantil, tenemos a un grupo de muchachas potentes y requetechulas, pero quizás un poco mayores para la edad que se supone que tienen sus personajes (en teoría son estudiantes adolescentes pero aquí la media de las chicas no baja de los 20 años) (dejando a un lado a Norma Lazareno, que está muy feo hablar de las edades de las señoritas, pero cuando hizo la película tenía 28 años más o menos). La protagonista del film (y vehículo del espíritu atormentado de Andrea) es Alicia Bonet, una monería de muchacha más guapa que un San Luis pero con un pequeño defecto. Cuando Don Luis Buñuel empezó a rodar en México, no le gustaba que los actores movieran las cejas continuamente y de manera exagerada, porque restaba seriedad a su personaje. Pues bien, Alicia Bonet no es que mueva las cejas, no, ¡es que sus cejas están vivas y tienen autonomía propia! Gloria bendita, mueve tanto las cejas que te quedas hipnotizado: arriba, abajo, arriba, abajo...bueno, dejando a un lado este pequeño detalle, la muchacha hace una buena interpretación, entre asustada y ausente (según la proximidad del fantasma de Andrea). Pero mi personaje favorito es, sin lugar a dudas, Kitty, la estudiante rebelde, dicharachera y un poco casquivana, el alma del internado y sexualmente activa, pero la pobre mía tiene un peinado horroroso que no le hace ningún favor ya que le hace parecer más vieja ¡Rupert, te necesito!
Carlos Enrique Taboada, además de buen director, tenía un buen ojo comercial y sabía que un internado femenino tenía mucho potencial a nivel erótico en su variante morbosa, por toda esa sexualidad reprimida y los socorridos conatos de lesbianismo latente. Por todo esto, el director muestra una serie de escenas sugerentes que sin mostrar nada lo dicen todo, y la elegancia y el buen gusto de las imágenes no le restan sensualidad al contenido. Tenemos un poco de todo: momentos en la ducha, celos e interés extra-curricular entre la directora y la profesora, tocamientos inocentes y, por supuesto, la genial escena del strip-tease (que desinteresadamente reproduzco un poco más abajo), uno de los momentos más bizarros, surrealistas, divertidos y alucinantes del cine de fantasmas de todos los tiempos. En cuanto al final de la peli, tenemos un tranquilizante "happy end": cumplida la justa venganza de la fantasma, todo vuelve a la normalidad y a otra cosa, mariposa. Aunque el desenlace de la película es lógico, quizás le falte algo de impacto y de mala leche. Pero no os preocupéis, las otras tres películas de fantasmas del director tienen unos finales inolvidables (je, je, je, sus váis a cagal...)
En fin, "Hasta el viento tiene miedo" es una gran película del culto del cine de terror mejicano y un ejemplo más de que la Hammer o cualquier otra productora inglesa o gringa no tenían la exclusiva en la realización de buenas películas de género. En su momento, la película de Carlos Enrique Taboada tuvo un éxito enorme y varias generaciones la recuerdan con cariño, por su sencillez, por su sinceridad y por su buen hacer (y por Kitty, no le quitemos mérito a la muchacha). Además, la peli conocerá remake en el 2007, de la mano del director Gustavo Moheno. Hay que verlas.
Aquí os dejo un trailer artesanal hecho por ocirnus.




Y como lo prometido es deuda, aquí os dejo la escena del streptease, escena colgada con muy buen gusto por mfmg.
"o bailas...¡o te echamos al tanque!"