Re-Animator

Re-Animator (Re-Animator, 1985, USA)
Dirección: Stuart Gordon
Producción: Brian Yuzna
Guión: Un día Stuart Gordon y Williams Norris se fumaron un porro y adaptaron a H.P. Lovecraft a su manera
Género: Gore a punta pala, Mad Doctors, zombies escandalosos y jinetes sin cabeza pero con las manos muy largas
Intérpretes: Jeffrey Combs (Herbest West, el profesor chiflado), Bruce Abbott (el doctor gilipuertas), Barbara Crampton (la novia magreable del doctor gilipuertas), David Gale (el doctor sin cabeza magreador de la novia del doctor gilipuertas)
Sinopsis: Dan Cain es un tío con suerte: no sólo es el estudiante de medicina más brillante de la Universidad de Miskatonic, sino que también se está tirando a la hija del Decano (¡Qué cabrón!). Pero la suerte se le acaba cuando acepta como compañero de piso al excéntrico Herbest West, otro brillante estudiante que fue expulsado de su antigua universidad en Suiza quizá porque a su antiguo profesor le explotaron los huevos oculares. Pues bien, al poco de mudarse el tío a la casa, Dan empieza a observar pequeños detalles discordantes: frascos con un líquido verde fosforito, gatos muertos resucitados con mala leche, cadáveres que reviven y ahostian al personal y masacres y mutilaciones en la universidad que ríete tú del plan Bolonia.

¡Madre del amor hermoso! ¡Esto SÍ que es gore del bueno y lo demás son cuentos! Yo no sé lo que se fumaron Stuart Gordon y Williams Norris esa noche cuando adaptaron "Herbest West: Reanimador", una serie de relatos de H.P. Lovecraft (1890-1936), pero yo quiero un puñado, porque el invento les salió de fábula. Nos encontramos ante una película que en esencia es como los viejos films clásicos de "Mad Doctors" de la Universal, de la Hammer e incluso de Corman: hay engendros monstruosos fruto de la ciencia más desalmada e inconsciente, hay malvados villanos arrogantes y egocéntricos y hay frágiles y voluptuosas damiselas que rescatar. Pero Stuart Gordon sabe darle al asunto un tono canalla y excesivo en todos los sentidos. "Re-animator" es genial no sólo porque tenga escenas completamente demenciales, salvajes, gamberras y grotescas, sino porque todas estas locuras están magistralmente plasmadas con un gran sentido del humor. Por un lado tenemos el histrionismo de Jeffrey Combs, que interpreta al bueno de Herbert West de manera desquiciada e hiperbólica, con toneladas de fanatismo y amoralidad al más puro estilo del Dr. Frankenstein de Peter Cushing hasta arriba de Red Bull. Por otro lado, la trama da pie a todo tipo de excesos, ya que los muertos revividos no son los típicos zombies romerescos que andan a la pata coja más lentos que el caballo del malo, sino que son del estilo Boyle-Sinner, rabiosos, hiperactivos y más bestias que un arado a pedales. Esto da pie a escenas vandálicas y desenfrenadas donde los reanimados cometen todo tipo de burradas y ultrajes al pundonor y al buen gusto (¡qué guay!) como por ejemplo la memorable escena del reanimado-culturista que se lo lleva todo por delante a base de hostias y dentelladas. No obstante, toda esta orgía de sangre y destrucción no hubiera resultado convincente sin el gran trabajo en los efectos especiales de Carl Buechler, el cual crea unos monstruos supurentos, sanguinolentos y estremecedores (gracias, sobre todo, a un maquillaje soberbio). El film también tiene momentos culturales, como la obligada escena de despelote femenino protagonizada por Barbara Crampton, atada y en pelota picada bajo la atenta mirada del doctor sin cabeza que se la quiere trajinar y al que las manos también se le van a caer de tanto tocar.
La recta final de la película es antológica, un desmadre total lleno de muertos, sangre y tripas volantes, aunque también tiene sus momentos tiernos, como ese zombi-papi que al final se pone del lado de su hija. Y la última escena es un inteligentísimo "continuará" que propiciaría dos secuelas: "La novia de Reanimator" (1990) y "Beyond Re-animator" (2003), con la misma línea editorial de la primera aunque sin su frescura y originalidad.
Resumiendo, "Re-animator" es una obra de culto dentro del cine de terror, revolucionando el gore gracias a sus altas dosis de desparpajo, diversión y salvajismo, pero también por su gran profesionalidad a nivel artístico y técnico.
Aquí os dejo un trailer de la película, cortesía de PostDecadantTrailers.


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