Dirección: Bob Dahlin
Productora: la inefable Troma, así que átense los machos
Guión: Bob Dahlin
Género: Monstruos dimensionales gayers serie Z
Intérpretes: Donald Grant, Denise Dubarry, Claude Akins, Howard Duff, John Carradine
Sinopsis: ¿Qué tienen en común una muchacha voluptuosa, un invidente con malas pulgas y una niña repelente? ¡Que los tres han sido descuartizados en el armario de su casa! El responsable es un monstruo de otra dimensión con aficiones musicales que le ha dado por hacernos una serie de visitas desinteresadas a través de los armarios particulares de las casas de los Estados Unidos de América. Mientras la comunidad científica quiere contactar con el monstruo porque piensan que es una criatura inteligente, al ejército le basta y le sobra con dejarlo bien muerto. Pero la solución al problema la tiene un periodista llamado Clark y su cara bonita.
Troma, la compañía norteamericana de producción y distribución de cine independiente de bajo presupuesto, es sinónimo de humor chusco y absurdo, tías pechugonas en pelotas, gore vergonzante y poco creíble, violencia surrealista y pasada de rosca, presupuesto inexistente para pipas, fallos de raccord continuos y, en resumidas cuentas, cutrez generalizada. Por eso, la moderada e inesperada calidad de "El monstruo del armario" es una agradable sorpresa dentro del submundo Z en el que se mueve la Troma habitualmente. De todas formas, no nos engañemos, la peli es Troma cien por cien, con su humor cafre y chistes malos, con sus efectos especiales malísimos, con escenas llenas de errores (aunque muchas veces está hecho a propósito) y con la típica escena de despelote de la rubia ex-playmate en la ducha (que ya vimos y sufrimos en "Masacre en la isla de los zombies"). No obstante, a pesar de todo, la calidad del film no es tan mala, siendo correcta en su conjunto dentro de los límites de una película de humor con tintes absurdos, que homenajea-parodia-satiriza las películas de terror y ciencia-ficción norteamericanas de los años 50, con sus científicos locos y sus militares prepotentes.
La película es entretenida y divertida (aunque algunos chistes son como una patada en los testículos), el ritmo de la trama no decae en ningún momento y los efectos especiales entran dentro de lo aceptable. Los actores interpretan unos papeles grotescos e histriónicos, parodias de arquetipos clásicos del cine de terror, destacando el general irreflexivo y el científico con el xilófono de los cojones (cuyas notas nos pueden recordar a las de Steven Spielberg en "Encuentros en la tercera fase"). También llama la atención el periodista llamado Clark, parodia de Clark Kent, alias Superman, con coña marinera con el tema de las gafas incluida. Aunque el auténtico protagonista del film es el tío que va disfrazado de monstruo del armario, que tuvo que pasar un calor que no veas, y aunque se note a la legua que es un muñeco de gomaespuma, da el pego bastante y no desentona con el tono anormal del film. Mención especial merece el final de la película, completamente absurdo y cogido por los pelos, pero también muy divertido y entrañable, siendo tierno, trágico y estúpido a la vez.
En fin, "El monstruo del armario"es una película curiosa y entretenida, de lo mejorcito de la Troma (lo cual tampoco es decir mucho, la verdad...)
Aquí os dejo el trailer de la película, cortesía de KeSci.
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