El orfanato (El orfanato, 2007, España)
Dirección: Juan Antonio Bayona
Guión: Sergio G. Sánchez
Productora: Rodar y Rodar
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Óscar Faura
Género: la peli toca varios palos genéricos, tales como el de terror gótico victoriano, el de misterio, el de detectives, el de melodrama pa llorar y también cuenta con tres escenas gore propias de Saw 80
Intérpretes: Belén Rueda, Fernando Cayo, Géraldine Chaplin, Roger Príncep
Sinopsis: Por lo visto, Laura y su marido médico están forrados de billetes y deciden comprar un caserón victoriano que antiguamente fue un orfanato (casualidades de la vida, el mismo orfanato donde Laura pasó su infancia) y reformarlo para crear una institución para niños discapacitados. La pareja tiene un hijo llamado Simón y el chavea tiene mucha imaginación y está todo el día jugando con amigos imaginarios, que no lo dejan tranquilo ni de día ni de noche. Una mañana, madre e hijo van a la playa a dar un paseo y cerca de un acantilado encuentran una cueva y al niño no se le ocurre otra cosa que ponerse a explorarla él solo en plan Indiana Jones. Al rato, Laura entra también en la cueva porque llega la hora del almuerzo y se les va a hacer tarde, y encuentra a Simón hablando con otro amigo imaginario, Tomás, que por lo visto es mu feo y lleva un saco de patatas en la cabeza todo el rato. Simón le pregunta a la madre si puede invitar a Tomás a la casa, y Laura, inconsciente ella, dice que sí. Pues la has cagado, muchacha, porque Tomás te va a tomar la palabra y te va a hacer una visita de cortesía.
Fenomenológicamente, "El orfanato" es una gran película, pero noumenológicamente es bastante pobre (¡¡¿lo cualooo?!!). ¡Cómo sois, me quiero poner filosófico y cultureta y no me dejáis! A ver, según Kant existe el fenómeno (lo que se percibe exteriormente, lo sensitivo) y el noúmeno (que es la cosa en sí misma, a nivel intelectual, su esencia). Pues bien, la ópera prima de Juan Antonio Bayona a nivel formal, tanto artístico como técnico, es inmejorable, de gran calidad, mu profesional y universal (que la puede disfrutar lo mismo un señor de Albacete como de Wisconsin), pero si intentamos profundizar en la película, descubrimos que hay poco que rascar: los personajes y las situaciones son tópicas y superficiales; hay una mezcla de subgéneros que rompen el equilibrio de la película; y el film está plagado de momentos oportunistas para que el interés no decaiga. Para entendernos, "El orfanato" podría definirse como un Best-Sellers cinematográfico, esto es, una película correcta, entretenida y con una gran aceptación, pero que recurre a elementos fáciles y trillados para conseguir el interés del público, potenciando el entretenimiento y minusvalorando un mayor desarrollo de la historia. Y que conste que no estoy insultando a la película de Bayona: me encantan los Best-Sellers (en especial los de Stephen King) y es evidente (a diferencia de lo que piensan muchos) que no es fácil crear un buen Best Sellers (lo cual tiene mucho mérito para un principiante), pero tampoco exageremos la importancia y la calidad de la película, que he leído críticas pasadas de rosca que casi beatifican a Bayona y lo convierten en un pilar de la cultura de Occidente. "El orfanato" es una buena película de género, que entretiene y asusta, y tira millas. Habría que remontarse a Amenábar y su "Tesis" (1996) para encontrar una aceptación y un entusiasmo similar, que todos querían darle el Oscar Mayer, ignorando los no pocos defectos del film. Por cierto, que conste que sé perfectamente que esta crítica va a resultar muy impopular (lo mismo me pasó en su día con Amenábar, que me tacharon de ignorante, envidioso e hijoputa) pero como el público de este blog es reducido (pero de calidad) me puedo permitir la libertad de expresar mis opiniones libremente.
Para algunos, vivimos en la época del post-modernismo: a nivel creativo todo está ya hecho y el ser humano debe concentrar sus esfuerzos en crear algo nuevo a partir de elementos viejos, con lo cual las influencias de obras previas son inevitables. Vaale, siguiendo este argumento, "El orfanato" es post-modernista a lo bestia, porque las influencias son numerosas y evidentes. Por un lado, es inevitable compararla con "Los Otros" (2001) de Amenábar, por el tema recurrente de los niños perversos confraternizando con los espíritus, que bebe directamente de la novela de Henry James "Otra vuelta de tuerca" (curiosamente, tanto "El Orfanato" como "Los Otros" ignoran la carga sexual del relato, pero en fin), pero aquí no acaban las similitudes con otras películas. La más importante es, sin duda alguna, la de "El internado", y no me estoy refiriendo a la serie hiper-hormonada de Antena 3, sino a la película francesa de Pascal Laugier ("Saint Ange", 2005) con la que tiene muchos puntos en común (incluido su final) y que en su día, paradójicamente, a diferencia del film de Bayona, recibió muchas críticas negativas (quizás la razón sea que los españoles semos unos rencorosos y todavía no les hemos perdonado a los franceses lo de Napoleón y la guerra de la independencia). Pero aquí no acaban las influencias. Si nos ponemos a rascar, podemos ver similitudes con películas como "Los sin nombre" (Jaume Balagueró, 1999) (con lo de la madre coraje que busca a su niño por tierra, mar y aire), "Nos miran" (Norberto López Amado, 2002) (por toda la fiesta de los niños espíritus que se quieren llevar a los niños vivos con ellos) y si nos ponemos a hilar fino, la escena de la medium me recuerda un montón a la de "Al final de la escalera" ("The Changeling", Peter Medak, 1980). En fin, pues sí que es post-moderna la película, sí...(que conste que en ningún momento estoy hablando de plagio)
Otro error de principiante es mezclar todos los géneros que nos gustan en una misma película, a ver como queda. A Bayona, aparentemente, le queda bien, pero en el fondo, tanto cocktail resulta indigesto y rompe el ritmo de la película. El film se caracteriza por tener laargos momentos melodramáticos que se ven rotos inesperadamente por golpes de efecto impactantes. Y sí, son momentos melodramáticos, porque aquí no hay drama ni poesía, la relación de Laura con Simón no puede ser más tópica y superficial y en ningún momento alcanza sentimientos realmente profundos (salvo quizás al final, cuando el personaje de Belén Rueda resuelve el misterio de la película). El interés del espectador no decae porque cada x tiempo el director le va soltando una noticia bomba que renueva sus expectativas y le hace obviar lo aburrido que son algunos de estos momentos melodramáticos del film, que sí, las imágenes de la playa, el acantilado, la mansión y el cielo nublado son muy bonitas, pero de tanto verlas cansan un poquitín.
Como ya dije en un principio, a nivel técnico la película es muy buena, muy profesional. Exceptuando algunos planos-chorra (como los planos tomados desde el techo), la película es deudora del mejor cine norteamericano de género y nada tiene que envidiar a las películas made in usa. Con una fotografía muy límpida, la oscuridad está convenientemente organizada para que el espectador pueda ver las escenas con total claridad, pero sin que el repelús quede mermado. A nivel artístico la película también está muy bien, con unas interpretaciones correctas y resultonas de Belén Rueda (qué lejos quedan los infaustos tiempos de telecinco y sus concursos con Emilio Aragón) y Fernando Cayo (cuyo papel más popular fue el de manager de Manolo y Benito en la serie de televisión "Manos a la obra"). Eso sí, Bayona, como muchos directores nacionales y foráneos, se empeña en reflejar la infancia como si los niños fueran gilipollas. Una cosa es la inocencia y la fantasía de los niños y otra diferente que los críos se comporten como imbéciles cursis. El personaje de Roger Prínceps tiene unas gachas y una tontería encima que no se pueden aguantar y los momentos ñoños con Belén Rueda son insoportables. Afortunadamente, a medida que avanza la película, el rol de Simón evoluciona por un camino más siniestro y ambiguo, aunque, como todo en esta película, la cosa quede más en potencia que en acto. También hay escenas gratuitas, que estéticamente son muy bonitas pero que están vacías de contenido, que muchos dirán que son para crear atmósfera, pero que también son un poquito aburridas y pretenciosas. Por ejemplo, está ese momento "Puleva Calcio" cuando Belén Rueda sueña que está nadando, o el momento "equipo A" cuando Laura reproduce la habitación y la cocina del orfanato de la infancia.
Con todo, después de este "dar cera, pulir cera", debo reconocer que "El Orfanato" es una buena película de terror, ya que consigue lo que muchas otras películas de susto no hacen: inquietar al espectador. El film tiene varios momentos espeluznantes que son de cagarse vivo, como cuando Belén Rueda juega al "un dos tres, toca la pared" o la primera aparición del niño con el saco de patatas en la cabeza. También tiene momentos muy impactantes y muy gores, como la escena del atropello (¡que asquito da cuando el marido le hace el boca a boca a la accidentada y se llena la boca de sangre!) o cuando se le rompe la uña a Laura. También tiene sus ratos de mal rollo e inquietud, como la fiesta de disfraces o la sesión de la medium con cámaras infrarrojas incluidas. Y por supuesto, está esa siniestra sorpresa final, tan habitual en el actual cine norteamericano de terror, que no duda en reflejar con todo lujo de detalles el macabro hallazgo del personaje de Belén Rueda.
En fin, "El orfanato" es un inmejorable punto de partida para un director primerizo que se quiere hacer un hueco en el cine de terror actual. Esperemos que en sus próximas obras sepa dosificarse un poco mejor, desarrollando historias más equilibradas y con una mayor profundidad. No obstante, a los que le gusten las típicas pelis de terror norteamericanas, disfrutará mucho con esta película: mucha imagen y poca sustancia.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de elseptimoarte.
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