Dirección: Gustavo Hernández
Productora: Tokio Films
Guión: Óscar Estévez
Música: Hernán González
Fotografía: Pedro Luque
Género: En lugar de "La casa muda" a la peli podrían haberla llamado "la casa pa cagarte vivo del susto". No te digo na y te lo digo to
Intérpretes: Florencia Colucci, Gustavo Alonso, Abel Trinaldi, María Salazar
Sinopsis: Laura y su papi son contratados por un amigo para restaurar una casa en el campo que por lo visto está que se cae a cachos. Nestor, el dueño de la casa, les comenta que no suban a la planta de arriba, que el suelo está fatal y se puede romper. En fin, Laura y su padre se quedan a dormir en la casa y mientras el padre se duerme enseguida, a la muchacha le cuesta conciliar el sueño. Pero de pronto, la chica escucha un ruido misterioso...¿adivináis dónde? exacto, en la planta de arriba. Laura, con más miedo que un perrito chico, le pide a su padre que suba a ver quién es...y a partir de aquí empieza la película de terror. Abróchense los machos.
En esto del cine, cuando el dinero escasea hay que agudizar el ingenio al máximo para superar las limitaciones del escaso presupuesto y hacer una película interesante. La mejor manera de conseguirlo es modificando la forma de narrar la historia y alejándose de los caminos tradicionales y costosos (muchos actores, variados decorados y localizaciones, calidad de las cámaras, rodajes extensos, etc). Y de esta manera tan chula se hace de la necesidad virtud y se crean obras innovadoras, atípicas y fuera de lo convencional. El cine de terror está abonado para estos experimentos, porque estos enfoques son muy directos y realistas y la espectacularidad está a flor de piel. Para más inri, las campañas de promoción de estas películas suelen ser sensacionalistas y más exageradas que un autobús lleno de andaluces, haciendo incapié en la experiencia extrema que significa ver la película (y en ocasiones muestran escenas del público gritando presas del pánico). For example, tenemos las conocidísimas "El proyecto de la bruja de Blair", "REC", "Monstruoso" o "Paranormal Activity". Pues bien, "La casa muda" entra dentro de este grupo, así que avisados quedáis, porque estas películas no tienen término medio: o las odias o las amas. Muchos se quedan hechizados por el tratamiento directo de las escenas y otros piensan que es una estafa o la opera prima amateur de un estudiante de cine. Por ello, si te gustan las películas con su planteamiento, nudo, desenlace, con sus planos y contraplanos y sus buenos millones invertidos en el film, a lo mejor no te gusta el largometraje de Gustavo Hernández. Que conste que a mí sí me gustó un montón.
"La casa muda" es un ejercicio de tensión constante salpicada por varios sustos potentes que te cagas en las muelas del director por el mal rato que te ha hecho pasar. Realizada en varios planos secuencia (aunque digan que está hecho en un solo plano secuencia, la verdad es que no me lo creo), la película narra en tiempo real (o sea, que no hay elipsis ni intervalos de tiempo muertos ni acotaciones en plan "Y una hora después...") una actualización de unos crímenes reales ocurridos en Uruguay en 1941 (aunque la adaptación es muy suya y me parece que poco tiene que ver con lo que ocurrió realmente). Tras una breve y genial introducción (la protagonista se acerca lentamente a la casa), la película se centra exclusivamente en el tormento y la angustia que pasa la muchacha dentro de la casa. No obstante, que nadie espere ver bestialidades plan Saw 80 ni mucho menos. El terror de "La casa muda" es un miedo más contenido y sugerido, plasmando la inmediatez de una amenaza que está a punto de surgir, el horror constante de saberse atrapada y a merced de un asesino. Cámara en mano y con un planteamiento indisciplinado, el director nos sumerge, junto a la protagonista, en una experiencia aterradora, ya que nosotros, los espectadores incautos y masoquistas, acompañamos a la muchacha en su periplo por la casa de los cojones, y los sustos que se lleva ella también nos lo llevamos nosotros en primer plano. La película no da cuartel, la angustia es palpable y la tensión casi insoportable y muchas veces el espectador no puede evitar taparse los ojos y esperar con nerviosismo a que pase el mal trago. Indudablemente, la protagonista del film, Florencia Colucci, tiene una importancia capital en el éxito de la película, ya que su actuación realista la aleja del principal fallo de estos proyectos: la sobreactuación. Quizás el único defecto del film es su desenlace, una vuelta de tuerca innecesaria al más puro estilo Alexandre Aja, que le resta verosimilitud a la trama, con una mezcla incomprensible de fotografías picantes, orgías desenfrenadas, embarazos espontáneos y alucinaciones varias. Este churresco final con sorpresa incluida es gratuito y no tiene razón de ser, pero como la moda actual es esa, en cien años todos calvos...
Resumiendo: "La casa muda" es una gran película de terror y suspense, con un par de sustos increíbles y un desarrollo verosímil e inquietante. Lástima que su final no haya por dónde cogerlo, pero en fin, nadie es perfecto. Esperemos que la película sea la punta de lanza de un nuevo cine de terror uruguayo para disfrute mundial y regional.
Aquí os dejo el trailer de la película, cortesía de trailersyestrenos.
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