Dirección: Brian Yuzna
Guión: Brian Yuzna, Woody Keith y Rick Fry adaptando una serie de historias de H.P.Lovecraft a su manera (retorcida y demente)
Género: Científicos locos, monstruas con su corazoncito, zombis hiperactivos, cabezas volantes y engendros con brazos y pies en los sitios más insospechados
Intérpretes: Jeffrey Combs (que sigue igual de majareta), Bruce Abbot (que sigue igual de agilipollado), Dave Gale (que sigue tan cabrón como siempre, pero como esta vez no tiene manos, no le puede tocar las tetas a nadie), Claude Earl Jones (este es nuevo, un teniente de policía cabrón), Fabiana Udenio (una muchacha italiana del Perú) (¡¿?!) y Kathleen Kinmont (una muchacha enfermita que no sabe lo que van a hacer con su cabeza)
Sinopsis: Tras cargarse a media universidad de Miskatonic con su líquido verde fosforito, los doctores Herbert West y Dan Cain deciden irse al Perú a pegar tiros con la guerrilla. Allí descubren por casualidad un lagarto que por lo visto tiene en su interior el elemento que les faltaba para poder reanimar a la gente sin que se vuelvan locas perdidas. Con el bicho debajo del brazo, deciden volver a Estados Unidos para continuar con sus experimentos. Pero en esta ocasión Herbert West no se limitará a reanimar carne muerta...¡Esta vez jugará a ser dios y creará vida nueva! ¡ja, ja, ja, ja! (el tío está como una cabra)
Antes que nada, un llamamiento a los señores y señoras del interné que en sus páginas especializadas de cine se dedican a copiar y pegar las sinopsis de las películas sin verlas antes: vamos a ver, que aunque hayan pasado cinco años entre la realización de la primera y la segunda parte, a nivel argumental sólo han transcurrido 8 meses entre película y película, así que por favor, corríjanme el dato que queda mu chusco. Y ahora sí, a continuación viene el comentario de la película per se.
Tras el éxito sin parangón de "Re-animator", era de cajón que tenían que hacer una segunda parte, no sólo para sacarse sus dinerus extras, sino también porque el tema del líquido verde fosforito todavía daba mucho juego. Y en efecto, Brian Yuzna (productor de la primera parte y otro gamberro sin sensibilidad por las buenas costumbres) siguió tirando de la manta del género de los mad doctors para hacer otro homenaje al monstruo más famoso e incomprendido del cine de terror: no, no me refiero a Alien, me refiero al monstruo de Frankenstein, y en esta ocasión, a la novia del mismo, quicir, a la muchacha con los pelos de punta que salió en la peli "La novia de Frankenstein" (James Whale, 1935), donde el buen doctor intentaba hacerle una parienta al monstruo pero ella dice que nones, que prefiere a un tío bueno y con estudios antes que a un monstruo hecho con partes humanas.
Pues bien, Brian Yuzna, como buen productor, sabía perfectamente cuales eran los puntos fuertes de la primera parte y en esta ocasión no duda en repetir el esquema del éxito a pies juntillas, esto es salvajismo, gamberrismo, cafrerío, gore chorreante y mucho humor negro. Por ello, el degustador de "Re-animator" no se sentirá decepcionado con la secuela, ya que Brian Yuzna le da lo que espera (y en cantidades industriales) aunque, quizás por ello, se echa en falta algo de originalidad en la trama, la cual no evoluciona en absoluto (ni falta que le hace, por otra parte).
¡Pero basta ya de situaciones grotescas! porque el leit motive de "La novia de Re-animator" es, ni mas ni menos, que el amor puro y casi-virginal que siente el doctor Dan Cain por su difunta novia Meg, que entre casquete y casquete, lo que más quería de ella era su corazón (literalmente). Este amor le mantendrá agilipollado durante toda la película y le hará cometer todo tipo de barbaridades. No obstante, una cosa es estar enamorao y otra resistirse a los impulsos de la carne, y aunque el Dr. Cain ama platónicamente a su difunta Meg, el tío es un picha brava y se acuesta con la muchacha italiana del Perú y hará tentativas con una enferma del hospital (por cierto, por internet corren rumores de que el actor Bruce Abbot es el hermano gemelo perdido de Jesulín de Ubrique. Seguiremos informando).
Pero no nos engañemos, por mucho que llore el Dr. Cain, el auténtico protagonista del film es el infame e histriónico Dr. Herbert West, interpretado con muy poca vergüenza por Jeffrey Combs, que lejos de pisar el freno, inyecta a su personaje más grandilocuencia, amoralidad y mala baba.
No obstante, en esta ocasión Combs también aporta a su personaje un retorcido sentido del humor, en especial con los engendros que crea el chacho tan guapamente a partir de restos humanos, como la tarantela de dedos y ojo o la mano-pierna. Y, cómo no, ahí estás sus monólogos desquiciados sobre la vida y la muerte o sus frases memorables como "¡Apartaos de mí...DESHECHOS!". Lo único que chirría en el personaje es el nimio detalle de que en la primera parte lo electrocutaron y se lo cargaron entero y ahora vuelve a aparecer sin estar chamuscado ni nada y sin dar ninguna explicación a la resurrección (y no me vale que fue con el líquido verde fosforito).
Otro elemento a destacar es la ambigüedad en la relación entre West y Dan: claramente, West manipula al agilipollado apelando a sus sentimientos para crear sus engendros abominables. No obstante, también parece haber algo más. Parece como si West necesitara a un amigo para seguir realizando sus investigaciones, no solo a nivel intelectual sino también a nivel sentimental (incluso a nivel power-gay). De ahí los celos que me coge el muchacho cada vez que Dan intima con una moza jamona.
El apartado charcutero tampoco decepciona, manteniendo el listón muy alto en cuanto a repugnancia y visceralidad se refiere. Nunca unas entrañas, unas babas y unos higadillos estuvieron tan bien reproducidos (ni dieron tanto asquito). La joya de la corona es nuestra novia cadáver, diseñada para el amor y para la lucha libre, a la que se le ve todo por dentro y por fuera y con unos pelos que ya es hora de que vaya a un todo a 100 y se compre un peine.
Lo único decepcionante en la película es su desenlace, muy precipitado y caótico, calcadito de la primera parte pero sin su garra ni su originalidad. Hay muchos muertos dando por culo en plan desmadre total pero apenas sucede nada de interés, y además, la cabeza borradora interpretada por Dave Gale está muy infravalorada y apenas se le saca todo el jugo, que uno espera ver una venganza del copón (sobretodo después de la genial introducción) y todo queda muy decepcionante: se cose dos alitas a la cabeza y santas pascuas (lo más lógico es que se hubiera cosido también dos manos para catar género). Otro aspecto negativo del film es que apenas hay despelotes ni tocamientos impuros.
Pero que estos detalles desafortunados no te confundan: "La novia de Re-animator" es una genial y divertidísima película de visionado obligatorio. Posee la esencia desenfadada, pícara y grotesca de la primera parte y además nos cuenta una bonita y desmenbrante historia de amor.
Aquí os dejo el trailer de la peli, del canal de Deathdealeus1984.
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