Dirección: Chris Nahon
Guión: Chris Nahon pero con el ojo puesto en los personajes creados por Katsuya Terada y en el guión de Kenji Kamiyama del anime del 2001
Género: Cazadoras de vampiros vestidas de colegiala y artes marciales con espadas y mucha sangre
Intérpretes: Gianna Jun, Allison Miller, Masiela Lusha, Liam Cunningham
Sinopsis: En plena guerra del Vietnam, una base norteamericana en Japón sufre unos violentos y misteriosos ataques. No, no se trata de un vietcong rezagado. Los culpables son unos vampiros más bestias que un arado, que no se conforman con chupar la sangre del cuello de su víctima, sino que la descuartizan entera. Pero que nadie se asuste porque aquí llega Saya, una cazadora de vampiros que se hará pasar por una inocente estudiante para desenmascarar a los chupasangres y darles con la espada donde más les duele.
Más de uno se hará la picha un lío con "Blood, el último vampiro" porque hay más versiones que setas en el campo. Primero está el anime, realizado por Hiroyuki Kitakubo en el 2001 y que más o menos es como esta película; después está el manga, creado por Benkyo Tamaoki y cuyo contenido es bastante erótico-festivo, porque el dibujante me saca a Saya continuamente sin ropa interior ni exterior y en actitud sexir; y después hicieron una serie de televisión titulada Blood+ (aunque en España la tradujeron también como "Blood, el último vampiro") que tiene básicamente los mismos personajes (más un montón nuevos) pero el argumento y la caracterización de los personajes es bastante diferente (y de dicha serie también hicieron un manga). A parte, hay unos cuantos libros y videojuegos dando vueltas por ahí. Como ves, el universo de Saya es rico rico y con fundamento, pero ahora me voy a centrar en la peli de imagen real, osease, esta misma.
Como ya dije antes, la película es un remake del anime del 2001 (la primera escena está calcada imagen por imagen). Saya es una mestiza (mitad humana y mitad vampiro) obsesionada por vengar a su papi que era un samurai potente en el siglo XVI que murió a manos de la vampiresa jefe. A nivel sentimental, Saya es un pedrusco en mitad del campo porque la mayoría de las veces ni ríe ni llora ni da frío ni calor: ella, toda seria, matando bichos en actitud estoica, parece más inhumana que los monstruos a los que combate, lo cual dificulta bastante que el espectador sienta algún tipo de comprensión o afecto por ella. Por eso, el director le pone al lado a una muchacha norteamericana que se pasa la película llorando, gritando y haciendo pucheros, a ver si se le pega algo a Saya, pero nada, ella fría como un poloflan. Otro intento para que sintamos algo por Saya es ese truco vulgar y gratuito de ponerle un uniforme de colegiala, lo cual choca bastante porque en el instituto nadie lleva uniforme. Y si esto fuera poco, a la chica le ponen unas trencitas para dar más morbo, aunque en lugar de morbo lo que da es vergüenza ajena, porque Saya es una tía hecha y derecha y con ese trajecito de marinerito queda un pelín ridícula, que parece que va a hacer la primera comunión.
El argumento es poco original y se puede escribir en una servilleta. Hay conspiraciones en la sombra, buenos que se vuelven malos y telenovelas familiares tipo Darth Vader, pero todo es bastante predecible y poquitas sorpresas hay. Los efectos especiales son correctos, del montón, pero hay algunos momentos que son patéticos, sobre todo cuando el vampiro se transforma en monstruo, quedando todo muy falso y cutre-lux.
Resumiendo: "Blood, el último vampiro" no tiene personajes expresivos ni creíbles, ni un guión original, ni efectos especiales destacables. Entonces...¡¿Qué tiene, por amor de Zeus?! Bueno, si quieres ver la película, que sea por sus geniales combates coreografiados, que ahí sí que está muy guay la película. Si no me falla la memoria, hay cuatro grandes combates en la película, pero sólo tres merecen la pena. El primer encontronazo recuerda mogollón a la pelea de Kill Bill vol. I, donde Uma Thurman se enfrenta a los 88 maníacos, pero aquí tenemos a Saya destripando vampiros a diestro y siniestro. La batalla final es la más vistosa, con muchos efectos especiales, gente volando y rayos y centellas. Pero la mejor batalla es una que ocurre en el pasado, donde el tutor y mentor de Saya, un samurai anciano, debe enfrentarse a un trillón de ninjas cabrones y traicioneros. En fin, por estas tres escenas merece la pena ver la película entera, aunque aviso que la sangre de los bichos es con gas, porque cuando Saya corta a alguno, la sangre sale en burbujas.
"Blood, el último vampiro" es una película de acción del montón, con algunos toques de terror y con varias escenas de lucha muy interesantes, pero en conjunto, bastante normalita. Para ver, disfrutar y olvidar.
Aquí os dejo el trailer de la película, cortesía de cyrn84
Y ya que estamos, aquí os dejo un opening de Blood+, una serie que me encanta, todo sea dicho, video cortesía de Angeloflight1306.
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